Son datos de una investigación sociológica para conocer los hábitos de estudio de los escolares, realizado con entrevistas a mil niños de entre 8 y 16 años y a sus padres, que indica que ambos padres –en el 57% de los casos– o la madre –en el 40%–, ejercen las funciones de control, pero raramente lo hace el padre en solitario –en el 3% de las familias–.
Estudiar pierde interés al pasar de primaria a secundaria: a siete de cada diez niños de primaria les gusta estudiar, mientras que sólo cuatro de secundaria tienen una actitud positiva hacia el estudio, señala el informe encargado por la Fundación Antena 3.
Por tanto, el 60% de los niños más mayores indican que no les gusta estudiar; son el 75% de los que suspenden y el 45% de los que aprueban.
Uno de cada dos estudiantes de secundaria con suspensos tienen problemas para concentrarse cuando tratan de estudiar; sin embargo, mientras estudian, un 48% afirma que lo hace mientras escucha música, un 45% tienen gente cerca hablando, un 35% está conectado a internet y un 25% con la televisión puesta.
El informe, realizado por TNS-Demoscopia, señala que un tercio de los jóvenes no estudia en su habitación, sino en la cocina o el cuarto de estar y que esa misma proporción tiene problemas para entender las explicaciones de los profesores, sobre todo en matemáticas y ciencias.