El cantante roteño Antoñito Molina, uno de los galardonados con las Banderas de Andalucía con motivo del 28F por la Delegación del Gobierno en Cádiz, levantó suspiros (lo dijo Mercedes Colombo y Ana Pérez, presidenta de Adacca) con las interpretaciones al principio del acto, celebrado en el Palacio de Congresos de la capital, con su tema ‘Por si mañana’ y, al término, con su versión del himno escrito por Blas Infante.
El acto, largo pero bien llevado por el dinamismo, dio voz a los protagonistas a través de vídeos cortos donde detallaban su labor y su trayectoria y agradecían el reconocimiento. Colombo y Pérez, además de celebrar lo bien que canta Antoñito Martínez, abundaron en los méritos y en los logros de los distinguidos sin ahorrar adjetivos.
Cuando Antonio Sanz, consejero de Presidencia, estaba todo dicho sobre ellos. Sanz resumió las elogiosas palabras dedicadas en las intervenciones anteriores remarcando que son ejemplo del talento que hay en Cádiz y sacando pecho de su provincia, atribuyendo gran parte de la responsabilidad de que Andalucía avance.
El discurso estuvo desprovisto de carga política, más allá de referencias a que el impulso de la comunidad autónoma se ha producido en los últimos años (con la llegada de Juanma Moreno a la Junta, se entiende) y que antes nos miraban por encima del hombro en el resto de España y ahora nos admiran. El consejero, muy de números, ahorró cifras y puso el acento en la capacidad de los gaditanos y los andaluces para hermanarnos con quienes aman a la vida.
En esas, irrumpió en el escenario El Selu para arrancar sonrisas y certificar que el orgullo, la reivindicación y la emoción no están reñidas con el humor. De hecho, todo eso ha permitido que Cádiz y Andalucía conquisten el mundo, que ahora también suspira por Antoñito Molina
