Este 26 de abril se cumplen 45 años de la constitución de la primera Corporación provincial de la democracia. UCD obtuvo entonces 13 representantes, mientras que el PSOE, que finalmente logró la Presidencia, sumó 11.
Para que los socialistas ocuparan el primer Gobierno de la Diputación fue necesario, no sin que hubiera polémica entre las elecciones y el Pleno, el apoyo de los dos diputados del PCE y el del PSA.
Por parte de UCD tomó la palabra José Ramón Pérez Díaz-Alersi, quien admitió que no entendía el signo del voto de algunos partidos en el Pleno, y recordó que habían servido “para poner en la Presidencia a persona distinta de la que su propio votante quería”, en alusión al PSA, pero los respetaba “desde un punto de vista democrático”.
Por ello, reivindicó que “nadie expropie el andalucismo” y destacó el compromiso para conseguir la autonomía y el carácter “progresista y democrático de su formación”.
En cuanto a la institución provincial, se mostró convencido de que todos los diputados arrimarían el hombro para atender a las corporaciones locales “tanto por su falta de recursos como en la situación desesperada que más de una de ellas se encuentra actualmente”.
El presidente, Gervasio Hernández Palomeque, no hizo un discurso programático ni partidista. Comenzó comprometiéndose a “servir desde aquí a los supremos intereses que configuran el bien común de toda esta nuestra provincia”, sin “conformarnos con el mero administrativismo gerencial”, y manifestó su firme decisión de que la Diputación “sirva de elemento decisivo en la potenciación de una autonomía que empiece por la municipal, núcleo básico de la convivencia ciudadana, el impulso de las posibilidades de realizar las mancomunidades de municipios para conseguir la autonomía de nuestras comarcas y naturalmente, nuestra gran meta, la autonomía de Andalucía”, proclamando la adhesión de la institución a la Constitución.
