Parece que al defensa del Barça no solo se le da bien jugar al fútbol, porque tras horas sentado junto a los otros cinco participantes quedó en tercer lugar ganado un bote de 40.900 euros.
Piqué sorprendió al aparecer en el torneo ataviado con unas gafas de sol y unos grandes cascos que tapaban sus orejas. Pero su atuendo -típico en los jugadores de póquer para evitar que los demás participantes intuyan sus cartas por las expresiones que pone- debió ser efectivo, ya que Piqué, que había pagado 5.000 euros para poder sentarse en la mesa, vio como sus bolsillos se iban bien llenitos para casa.
No sabemos si lo que escuchaba mientras jugaba eran las canciones de su novia Shakira. Pero de ser así, está claro que la cantante se habría convertido en su amuleto de la suerte.