Los trabajadores de los astillero de Navantia en Cádiz han continuado con las protestas que han emprendido esta semana para reivindicar carga de trabajo y protestar contra la decisión de la empresa estatal de suprimir su paga extraordinaria de Navidad.
Este miércoles, los trabajadores del astillero de Puerto Real han endurecido su protesta y han salido de su centro de trabajado para caminar por la carretera N-443, lo que ha obligado a la Guardia Civil a cortar el tráfico en la vía durante una media hora.
Tras recorrer un tramo de la carretera los trabajadores han regresado a su centro de trabajo, sin llegar hasta el puente Carranza de acceso a Cádiz, un escenario habitual de sus acciones de protesta.
Los trabajadores de Navantia han tomado la decisión de realizar esta protesta durante la asamblea celebrada esta mañana, al igual que las que se han mantenido en los otros dos centros de Navantia en Cádiz, los de San Fernando, donde se ha quemado algún neumático y se han lanzado huevos, y el ubicado en la capital gaditana.
Tras las vacaciones de verano, los trabajadores de los tres astilleros gaditanos de Navantia retomaron este lunes sus acciones en demanda de carga de trabajo, convocando durante toda la semana paros en la media hora "del bocadillo" para concentrarse ante los edificios de sus respectivas direcciones.
El mismo lunes, varios trabajadores del astillero de Puerto Real lanzaron desde la azotea del edificio de oficinas diverso mobiliario.
El presidente del comité de empresa de Navantia en San Fernando y portavoz de los comités de los tres centros, José Antonio Oliva, ha explicado que con las movilizaciones tratan de nuevo de reclamar carga de trabajo y protestar contra la "vulneración de derechos" que, según dice, supone el recorte de su paga extraordinaria de Navidad.
Las protestas, explica, continuarán en los próximos días porque "esto lleva un ritmo peligroso" dada la falta de carga de trabajo para estos tres astilleros, que tienen una plantilla cercana a los 2.000 trabajadores.
"Nos movilizaremos por la doble vía, a nivel interno, frente a la dirección de Navantia, y a nivel externo, para presionar al Gobierno a ultimar gestiones pendientes", entre las que, recuerda, se encontrarían proyectos estancados como el de construir nuevos buques para la Armada española o en vías de negociación, como los de la armada venezolana.
