La Jefatura de la Policía Local de Cádiz dio traslado el pasado viernes al Cuerpo Nacional de Policía de las diligencias instruidas por un caso de amenazas a dos concejales de la Corporación Municipal. Los hechos tenían el precedente de una amenaza previa, lanzada por F.J.T.L., en un medio de comunicación de ámbito nacional desde una grúa donde se había subido para reivindicar soluciones a sus problemas sociales.
El pasado martes, durante la entrevista con los Servicios Sociales del Ayuntamiento, el individuo señaló que en los últimos meses le “asaltan pensamientos agresivos hacia personajes públicos, especialmente políticos de este Ayuntamiento”, mencionando a Carmen Sánchez, concejala de Asuntos Sociales que le había atendido un día antes, y José Blas Fernández”.
F.J. T.L contó también a los trabajadores sociales que había “escondido cuchillos en las inmediaciones de la Casa Consistorial, con los que en ocasiones se siente tentado de agredir a políticos del Ayuntamiento”. Aunque en la misma entrevista esta persona mostró su intención de retirar los cuchillos de los sitios donde los había escondido, al día siguiente confesó telefónicamente a los mismos trabajadores sociales que aún no lo había hecho.
La Jefatura de la Policía Local tomó declaración a los trabajadores sociales del Ayuntamiento que atendieron a F.J. T. L. y a su pareja y abrieron diligencias ante un presunto delito grave de amenazas.
Estas diligencias instruidas la semana pasada, junto a una denuncia de la concejala Carmen Sánchez, fueron remitidas al Cuerpo Nacional de Policía que, previsiblemente, serán trasladada a los juzgados hoy para la adopción de medidas cautelares. La Policía Local de Cádiz, por su parte, también ha tomado ya medidas cautelares de prevención ante una posible agresión a miembros de la Corporación Municipal.
El Equipo de Gobierno, informado por la Policía Local, ha mostrado su preocupación por la seguridad de los miembros de la Corporación que han sido objeto de las amenazas de esta persona.
También lamentaron que en los últimos meses se hayan producido, en el Salón de Plenos de la Corporación y en la vía pública, otras amenazas, y un verdadero acoso que -en muchas ocasiones- tiene todos los indicios de producirse tras una estudiada planificación y no producto de un momento de ofuscación.
El Equipo de Gobierno también quiso solicitar a todos los miembros de la Corporación un ejercicio de responsabilidad para que sean consecuentes con el apoyo que tácitamente ofrecen a personas que están sobrepasando continuamente los más elementales límites de la democracia y la convivencia, lanzando injurias, descalificaciones y –lo que es peor- amenazas.
