Así, los Colegios de Médicos advirtieron ayer de que la píldora del día después es un medicamento “no exento de riesgos” por lo que debería dispensarse con supervisión médica.
En su opinión, el anuncio de que la píldora postcoital se venderá sin receta ni límite de edad supone una “banalización” del consumo de este fármaco, especialmente entre la población joven, que podría utilizarlo sin valoración ni seguimiento de su seguridad.
También el Consejo Andaluz de Colegios de Médicos ha expresado su temor por que la venta libre de la píldora “condicione el abandono del uso del preservativo” como método anticonceptivo habitual y protector de enfermedades de transmisión sexual.
Parecidos argumentos utilizó el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, para quien la medida provocará que a las menores “se les hurte la posibilidad de tener asesoramiento médico sobre la píldora, sobre cómo funciona y cuáles son las posibles contraindicaciones o efectos secundarios”.
Para contrarrestar la falta de información, Canalda anunció ayer que llevará a cabo una campaña divulgativa dirigida a los menores sobre la utilización de la píldora postcoital.
La necesidad de información y control médico fue también el argumento empleado por el catedrático de Medicina Preventiva de la Universidad de Málaga, Joaquín Fernández-Crehuet, quien señaló que la píldora se podrá comprar “con menos problemas que un antibiótico para una amigdalitis” pese a que se trata de “una bomba hormonal”.
Las autoridades sanitarias de comunidades autónomas como Madrid, Cataluña, Navarra, Murcia o Galicia adviritió de que la facilidad de adquisición de la píldora “pueden estropear todo el trabajo” en materia de prevención y educación sexual.
Además señalaron los problemas médicos que puede provocar el uso de esta píldora y la “incoherencia” que supone vender sin receta una “dosis masiva” del mismo compuesto químico de las píldoras anticonceptivas que, por contra, sí exigen receta.
También el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, consideró que “no es de recibo” permitir libremente la venta de esta píldora a menores de edad y adviritió de que, con este tipo de medidas, “estamos estropeando nuestra sociedad y el futuro de nuestra juventud”.
Para el presidente del PP-A y vicesecretario de Política Autonómica del PP, Javier Arenas, la medida es un “monumento a la frivolidad” y una falta de respeto a los menores y a sus padres, que tendrán que continuar autorizando excursiones con el instituto mientras que “no se enterarán” de si su hija recurre a este método.
También la Confederación Católica de Padres de Alumnos (Concapa) consideró “indignante” la medida, que supone que “una menor no puede comprar tabaco o alcohol ni salir al extranjero sin la autorización de sus padres, mientras que para tomar una píldora abortiva no hace falta contar con los padres”.
La Concapa ha pedido la dimisión de la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, por “irresponsabilidad y corrupción de menores” y por menospreciar “el derecho y el deber de los padres de educar a los menores y velar por su salud”.
Tras criticar la medida, el Cardenal Arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, ha propuesto que el Gobierno lleve a cabo una “auténtica campaña positiva de formación de las personas en el plano afectivo y sexual, en lugar de poner parches a los problemas”.
Por contra, la Sociedad Española de Contracepción (SEC) insistió ayer en la seguridad y la eficacia de esta píldora como “medida preventiva de embarazos no deseados”.
También el Consejo de la Juventud de España destacó el hecho de que el acceso libre a la píldora del día después es una medida “positiva que nos iguala” con otros países de la UE.