La guerra por los conciertos sanitarios entre la empresa sanitaria José Manuel Pascual Pascual, SL, y la Junta de Andalucía, se recrudece. Para hoy jueves, los trabajadores de la citada empresa han convocado a las 09.30 horas una concentración frente a la sede del Parlamento andaluz en Sevilla, dentro de un calendario de movilizaciones que incluirá nuevas protestas todavía no definidas.
El objetivo de estas movilizaciones no es otro que exigir a la Junta de Andalucía la firma del concierto sanitario con la empresa para los próximos años. Pero desde el Servicio Andaluz de Salud, SAS, tienen claro que “el único responsable de la situación actual de las clínicas de la empresa José Manuel Pascual Pascual S.A. es la propia empresa, por lo que es inaceptable achacar la situación que puede estar atravesando su plantilla”.
De hecho, el SAS insta a los trabajadores a protestar “ante la sede de la empresa de la que dependen” y no ante la Junta porque “es una inmoralidad que se quiera buscar culpables en la administración pública cuando son los directivos de la empresa los únicos responsables de la situación actual”.
Y lo son porque “los directivos de Pascual han querido imponer un modelo de concierto “a me-dida”, atentando contra el principio de libre concurrencia que garantiza la administración andaluza en todas sus contrataciones”
El comité, a lo suyo
Pero el presidente del comité intercentros, José María Manzano, hace oídos sordos a las explicaciones del SAS e indica que “ la falta de un acuerdo entre la Junta de Andalucía y la empresa sanitaria ha provocado la pérdida en el último año de 900 puestos de trabajo en sus seis hospitales de Andalucía”.
El comité explica que fue en enero de 2014 cuando la Consejería de Salud decidió rescindir “unilateralmente” el concierto y sustituirlo con prórrogas “declaradas ilegales” en varias sentencias, lo que ha llevado a un conflicto “aún sin solución que dura ya casi tres años”.
“Las consecuencias han sido nefastas no sólo en el empleo, sino en la asistencia sanitaria de Cádiz, Huelva y Málaga, donde miles de pacientes han pasado a engrosar las maquilladas listas de espera del Servicio Andaluz de Salud”, lamenta Manzano.
El comité detalla que desde octubre del año pasado no se están derivando pacientes de la pública al Hospital F.A.C. Doctor Pascual de Málaga, ni al Hospital Blanca Paloma de Huelva ni a la clínica San Rafael de Cádiz, lo que ha provocado que se queden prácticamente vacíos.
“En San Rafael ahora mismo sólo están atendidos 30 pacientes de seguros privados”, explica Manzano.
“La Junta sigue mandando pacientes a El Puerto, Sanlúcar y Villamartín, a pesar de que no hay concierto sanitario en vigor y de que el SAS no paga a la empresa, lo que es un motivo más de incertidumbre para los trabajadores y sus familias”, alerta el comité intercentros.
Se queja también de que el gerente del SAS, José Manuel Aranda, se comprometió a buscar una fórmula legal que permitiera el concierto de los seis centros, aunque ese anuncio no se ha cumplido y rechaza la versión de la Junta de que la empresa no quiso presentarse al concurso abierto para la concesión.
“Ese concurso suponía una subasta de pacientes e imponía unas condiciones leoninas que en ningún momento garantizaba la viabilidad de los centros y las plantillas”, opina el presidente del comité.
Con esta movilización, la empresa trata de meter más presión a la Junta usando para ello a sus trabajadores, al tiempo que culpa a la Junta de la pérdida de 900 empleos. El SAS, por su parte, no se deja amedrentar por Pascual.
