Podemos se ha propuesto levantar las alfombras del Parlamento andaluz para denunciar los “indignantes privilegios” de los que su juicio disfrutan los diputados que se sientan en la Cámara. Espoleado por el doble “atropello” cometido el miércoles por la Mesa que rige la institución (autorizar que se sigan cobrando dietas en agosto y diciembre, meses inhábiles, y elevar además un 1% el sueldo a sus señorías) el grupo que dirige Teresa Rodríguez volvió este jueves a la carga. En el centro de la diana quedan ahora cinco diputados, tres de ellos del Partido Popular y dos del PSOE, que según datos oficiales del Parlamento han ingresado desde que arrancó la legislatura 495,99 euros mensuales por formar parte de las comisiones de Desarrollo Estatutario y de Financiación de los Partidos Políticos. En total se han repartido 32.490 euros.
Ese complemento no distaría un solo céntimo del que ingresa en sus nóminas el resto de parlamentarios que integra las demás comisiones si no fuera por un pequeño gran detalle: los cinco encargados de debatir sobre cómo impulsar el Estatuto de Autonomía o de qué forma arrojar luz sobre los ingresos que manejan los partidos políticos se han reunido apenas una vez desde 2015 y fue para dar por constituidos esos órganos.En uno de los casos la cita duró apenas cinco minutos. Desde entonces ya nunca más se supo de esas comisiones, pero los casi 500 euros aparecen puntualmente a finales de mes en sus nóminas.
María García Bueno, diputada de Podemos por Sevilla, fue la encargada de formular la denuncia. Sin tiempo aún para digerir el rechazo de la Mesa de la Cámara a la propuesta de su grupo de erradicar las dietas en agosto no dudó en situar a los cinco diputados en el seno de “comisiones fantasma” que no se convocan desde hace más de dos años. La formación morada plantea una reforma que adecúe los ingresos a la actividad: se cobrarían las ya polémicas dietas siempre y cuando los integrantes de las presidencias, vicepresidencias o secretarías de esas comisiones demuestren que ejercen el cargo.
Podemos se esforzó este jueves en aclarar que no cuestiona la existencia de esos órganos parlamentarios, sino que cree “éticamente injustificable” que pueda haber inquilinos de sillones políticos que ingresen fondos públicos a cambio de un trabajo que no desempeñan realmente. “Y todo ello mientras crece la brecha de desigualdad en Andalucía y los niveles de desempleo y precariedad nos sitúan a la cola de Europa”, denunció García Bueno.
El desglose
Esos 32.490 euros en “complementos fantasma” son la suma de todas las dietas acumuladas por los cinco diputados en lo que va de legislatura. Oscilan entre los 495,99 euros mensuales que perciben cuatro de ellos (tres del PP y una del PSOE) más los 336,80 de la última en incorporarse, también del Grupo Socialista. En el primero de los grupos, 25 meses ingresando esas cantidades “por algo que no realizan”. Son complemetarias al sueldo neto mensual de 3.050,40 euros fijado para cada diputado.
Podemos basa su denuncia en su política de “privilegios cero”, la misma que defendió el miércoles sin éxito para exigir que ninguno de los 109 parlemantarios de los cinco grupos cobre dieta alguna por hospedaje, manutención o transporte en los meses de agosto o diciembre, cuando la actividad en la Cámara es en la práctica nula. Hay diputados que pueden ver incrementada su retribución hasta en 2.500 euros. La propuesta fracasó porque PSOE, PP y Cs optaron por mantener los complementos.
Montero defiende la mejora salarial
Para la consejera de Hacienda y Administración Pública, María Jesús Montero, las críticas de Podemos a la subida salarial del 1% de los diputados aprobada el miércoles tan sólo contribuye a “hacer un flaco favor a la democracia” porque cuestiona a los políticos “como servidores”. Para justificarlo recordó que el incremento deriva de un acuerdo del Gobierno central para todo el personal público del país.