Con la retirada de Garrido por lesión cuando apenas se habían jugado quince minutos en Barcelona comenzó la debacle del Cádiz CF. Los amarillos perdieron el timón en el centro del campo y casi la siguiente jugada encajaron el primero de los tres goles que iban a recibir en un partido para olvidar.
El mediocentro vasco es una de las piezas clave en los esquemas de Álvaro Cervera, que, por fortuna, todavía no lo descarta para el próximo partido. Al menos así lo asegura el parte médico, que habla de “un traumatismo articular en el tobillo y un esguince del LLE”. “En la rodilla también existe una inflamación articular sin evidenciar lesión en los ligamentos ni en meniscos”, añade la valoración oficial.
Por tanto, “el futbolista queda pendiente de evolución con tratamiento, y no queda descartado para el próximo partido”, dice el parte del doctor Fernández Cubero. No se le forzará, pero se trata de buenas noticias que mantenga opciones de disputar el vital duelo frente al Tenerife de este domingo.