El documental ‘El Naufragio, 30 años de memoria sumergida’, obra del Servicio de Vídeo de la Diputación, con guión del periodista Nicolás Castellano, ha sido presentado a los medios de comunicación en la sede de la Fundación Tierra de Todos, por la diputada de Sociedad de la Información, Elena Amaya; el director de Tierra de Todos, Gabriel Delgado; y el propio guionista. 61 minutos de imágenes y testimonios documentan, de boca de protagonistas directos, representantes de organizaciones que trabajan con inmigrantes, periodistas y otras voces autorizadas, la evolución de este fenómeno migratorio, que se ha cobrado incontables vidas y que se encuentra más de actualidad que nunca. La historia se articula con un punto de partida: el primer documento gráfico que se conoce del cadáver de un migrante en una playa gaditana, tras su intento de cruzar el Estrecho de Gibraltar, tomada en la playa de los Lances en Tarifa y realizada por Ildefonso Sena, de la que se acaban de cumplir treinta años, y cuyos pormenores son rememorados por el propio autor.
Una historia llena de dolor y muerte, y también de ejemplos de superación, como los que representan dos supervivientes de naufragios en estas aguas fronterizas y que lo pueden narran en primera persona, no como muchos con los que compartieron sueños y viaje. Otra pata importante de este documental son los testimonios de fotógrafos que han ido ilustrando durante tres décadas la llegada de pateras, zozobras y rescates, así como las organizaciones que trabajan en destino con quienes se juegan la vida a bordo de las pateras y cayucos y les ayudan a defender sus derechos y tener oportunidades en su nueva vida. Como la propia Tierra de Todos, sede de la primera proyección al público general de este documental que pretende dejar testimonio, pero a la vez promover la reflexión, y sensibilizar sobre un fenómeno político y social muy complejo, al que en 30 años ningún gobierno ha sido capaz de dar solución y que se configura como uno de los principales retos de la política mundial, con uno de sus epicentros en la provincia de Cádiz.
La diputada de Sociedad de la Información, Elena Amaya, ha agradecido el trabajo de las diferentes personas y colectivos que han hecho posible este audiovisual, del que ha destacado su utilidad social: “Hay que contar esta historia, para recordad que esto sigue pasando”. Además ha destacado el valor de los fotógrafos que han inmortalizado estas crudas imágenes y ha subrayado la calidad de la producción y “la dedicación, trabajo y compromiso” del guionista, para plasmar esta dura realidad “que ojalá no hubiéramos tenido que contar”.
Precisamente Nico Castellano ha puesto de manifiesto que pese a centrarse en el trasiego de inmigración en el Estrecho, también cuenta con espacio para los cayucos que llegan a las Islas Canarias. Castellano ha asegurado de que se trata de un documental “de temática universal”, y que “refleja el fracasado de las políticas globales en torno a inmigración que hacen los diferentes gobiernos”. Castellano ha explicado que ha tenido la intención de sacudir conciencias: “Nadie que vea el documental se va a quedar sin esa sacudida”, ha afirmado el guionista. Por su parte, Gabriel Delgado ha resumido los objetivos que hicieron surgir la idea del documental “dar nombre a los muertos, y voz a los sin voz”, porque para el director de Tierra de Todos, “detrás de cada inmigrante muerto hay el nombre de una persona, una familia, una historia, un pueblo, una nación y también una injusticia, una guerra, una hambruna, una desigualdad y mucho sufrimiento y dolor”.
Los testimonios se acompañan de un importante trabajo de investigación y búsqueda en diferentes bancos de fotos e imágenes audiovisuales, muchas del propio archivo del servicio de Vídeo de la diputación, y fotografías que muestran cómo ha evolucionado este fenómeno a lo largo de los años.
Los versos de Nieves García Benito, que también perdió en el mar en un accidente de helicóptero a su hijo, trabajador de Salvamento Marítimo, cierran este relato. Una tragedia plasmada en poseía que de manera simbólica refleja lo que une a todos los que sufren este trágico destino más que los que lo separa, lo común de un ser humano cuyo destino queda marcado por el lugar en que nace y que las circunstancias accidentales de haber nacido a un lado u otro unas fronteras no pueden hacer olvidar. “Mueren juntos porque son pobres” expresa con dolorosa lucidez uno de estos versos, como resumen de un problema que sigue llenando de cadáveres las aguas que separan Europa de África.