El Daño Cerebral Adquirido (DCA) es una lesión repentina en el cerebro, y que se caracteriza por su aparición brusca y por el conjunto variado de secuelas que presenta según el área del cerebro lesionado y la gravedad del daño.
Las lesiones cerebrales son relativamente frecuentes, ya que casi cuatro de cada mil personas sufren algún tipo de Daño Cerebral Adquirido, por lo que es algo más asiduo de lo que podemos pensar en un primer momento.
En Cádiz, en la Calle Eslovaquia 1, en la Zona Franca, se encuentra ADACCA, la Asociación de Daño Cerebral Adquirido de Cádiz, y que ayudan en su proceso de recuperación a las personas que han sufrido alguna DCA, pero también tratan a las familias.
Ángel Sánchez y Ana Mª Pérez Vargas, miembros de la dirección de ADACCA, hablan para Viva Cádiz sobre los DCA, el proceso de recuperación de una persona que lo sufre, y la escasa visibilidad que tienen en la sociedad en la actualidad.
ADACCA, que es una asociación sin ánimo de lucro, cuenta con una unidad de día con cincuenta y cuatro plazas concertadas por la Junta de Andalucía y cuentan con todos los especialistas posibles como logopedas o neuropsicólogo, entre muchos otros.
Tienen con un convenio con el Hospital Puerta del Mar, por lo que en el momento que una persona sufre un ictus o cualquier DCA se les hace una visita al hospital y se habla con sus familiares, y se les informe de todos los trámites que tienen realizar.
En el momento que obtienen la plaza, “se les hace una evaluación del neuropsicólogo, se le prepara un circuito para la rehabilitación”.
“Llevamos a cabo una terapia multidisciplinar, el abordaje empieza desde que llegan por la mañana en nuestra furgoneta que los recoge y cada uno tiene establecido un itinerario con las necesidades que precise”, comentan.
“Si un usuario llega y lo primero que tiene es fisioterapia, pues empezamos a trabajar con él lo que es toda la parte motora del cuerpo: si una persona va en silla de ruedas, pues intentar que coja musculatura para que el día de mañana pueda ponerse de pie y que incluso pueda llegar a andar”.
El centro cuenta con logopedas que vuelven a enseñar a estar personas a tragar líquidos, pronunciar palabras, etc. También se lleva a cabo una rehabilitación cognitiva, para ayudar a mejorar en las habilidades sociales y la memoria.
Señalan que la finalidad de toda esta terapia es que “volver a ser lo más parecido a la persona que era antes y que sepa valerse por sí mismo”.
Además de las terapias, hacen otro tipo de actividades como ir a las rebajas, hacen la compra en Mercadona y después cocinan para sus compañeros, además de excursiones algún fin de semana.
Sin embargo, hacen hincapié en que “El Daño Cerebral no afecta a una sola persona, afecta al núcleo familiar. Lo primero que genera la persona que lo sufre es un grado de frustración brutal, y siempre decimos lo mismo: hay que ponerse en el lugar de las personas”.
“Imagínate que de la noche a la mañana solo puedes usar un brazo”, apuntan. “Te quiero insistir en la frustración que sufren porque tiene que ser verdaderamente terrible, y todo eso tienes que aprender a vivirlo”.
Destacan que “nosotros llamamos al Daño Cerebral Adquirido el daño invisible, porque es verdad lo que no se ve no existe. Cuando a Rubalcaba le da un ictus es cuando se habla de ello. El daño cerebral es algo nuevo, realmente hace treinta o veinte una persona que tenía una hemorragia o un ictus se moría. Es un daño reciente”.
