La AMPA del CEIP Celestino Mutis ha mostrado su indignación tras conocer que la Delegación Territorial de Educación de la Junta de Andalucía no ha autorizado el uso de las Bóvedas de la Muralla de San Carlos como zona de recreo, propuesta que estaba contemplada en el Protocolo de Actuación Covid-19 del colegio y que suponía "una buena medida para minimizar el riesgo de contagio frente al Covid-19".
En el citado Protocolo, presentado por el equipo directivo del colegio a principios de septiembre, se establecen una serie de medidas para asegurar una vuelta a las aulas más segura, "minimizando el riesgo de contagio entre los distintos miembros de la comunidad educativa". Entre otras medidas, se divide al alumnado en cuatro grupos de convivencia, cada uno de los cuales utiliza una zona de recreo distinta, evitando así que los grupos se mezclen y facilitando la distancia interpersonal entre el alumnado.
Uno de los espacios previstos como zona de recreo lo conforman las tres bóvedas de la Muralla de San Carlos, situadas en la calle San Germán frente a la entrada al colegio, que fueron cedidas a la AMPA del centro el pasado mes de febrero por el Ayuntamiento de Cádiz para su uso en actividades escolares y extraescolares. La cesión de este espacio estuvo justificada precisamente en la limitación de las instalaciones del colegio para el desarrollo de ciertas actividades. Limitación que la necesidad de adaptación a la pandemia ha acrecentado.
"Estas bóvedas se encuentran en perfecto estado de uso, ya que han sido rehabilitadas de forma integral por parte del Ayuntamiento este mismo año", exponen. Constan de varios espacios independientes que hacen de ellas un espacio multiusos: una sala diáfana para talleres de más de 80 m², un salón de actos con escenario, y una zona de oficina, salas polivalentes y aseos adaptados a personas de movilidad reducida. En total, suponen más de 245 m² de espacio útil para diversificar los usos escolares, que suponen un inestimable recurso ante la necesidad de adaptar la actividad escolar a la situación generada por la pandemia de Covid-19. “Mientras muchos centros se encuentran con graves problemas para separar y mantener la estanqueidad de los grupos de convivencia, resulta incomprensible que al Celestino Mutis no se le autorice el uso de los recursos de los que dispone para ello”.
"Estas bóvedas representan una buena solución como espacio adicional para mantener la separación de los distintos grupos de convivencia durante los recreo". En ellas estaba previsto realizar un “recreo tranquilo” por el rotaría a lo largo de la semana el alumnado de mayor edad. Tanto el claustro de profesores/as como las familias estaban de acuerdo en esta medida, ya que suponía una ampliación de los espacios y una buena solución para minimizar el riesgo de contagio, pero la Delegación de Educación no ha dado el visto bueno para llevar a cabo esta medida.
La AMPA del colegio ha registrado la pasada semana una petición al Jefe del Servicio de Inspección Educativa de la Delegación Territorial para que replantee su postura y dé facilidades al centro para usar los espacios de carácter público de su entorno para la aplicación del Protocolo Covid-19. Máxime cuando este espacio está cedido a la AMPA del centro y, por tanto, es un espacio de la propia comunidad educativa del colegio.