Cada año al llegar octubre el número de turistas disminuye. Sin embargo en este 2020, con la crisis sanitaria y económica en la que nos encontramos inmersos debido al coronavirus, el desplome es mucho más drástico. Las cifras de ocupación en septiembre en la provincia de Cádiz se han visto reducidas hasta la mitad en comparación con 2019. Algo que nubla el horizonte para los hosteleros. Los datos confirman la caída que ya vaticinaba Horeca a comienzos de verano. A pesar de que Cadiz se ha mantenido como uno de los destinos con más afluencia de turistas en los tres últimos meses, lo cierto es que la ocupación el pasado mes ha descendido hasta más del 46 por ciento. Las previsiones tampoco son muy halagüeñas.
Dos grandes hoteles han anunciado por el momento su cierre temporal en la capital gaditana debido a la falta de expectativas en los meses venideros, el Monte Puerta Tierra y el Playa Victoria. A este se suma el Hotel Convento Cádiz. La cifra de alojamientos que cesan en la provincia roza el medio centenar. La falta de demanda turística, así como la cancelación de todo tipo de eventos de los que se nutría este sector, les han llevado a tomar esta radical decisión.
El presidente de Horeca, Antonio de María, destaca que septiembre ha sido “un buen mes”, equiparable incluso a julio. “Hemos caído entre 30 y 35 puntos con respecto al año pasado, pero se ha mantenido ese cerca del 50% de ocupación que tuvimos en julio”.Sin embargo asegura que “en principio tan sólo hay previsiones de cierres de establecimientos”, alegando que “hasta julio no hay ningún evento digno de destacar”.
“Hay hoteles que están cerrando, que no habían cerrado nunca. Los de temporada han adelantado el cierre, pero aparte en la ciudad el Monte Puerta Tierra y el Playa Victoria nunca habían cerrado y se han visto obligados a hacerlo. Y creo que no serán los únicos”, apunta. De María señala que al desaparecer las ferias, el Carnaval, las motos en Jerez o las procesiones en Semana Santa los hoteles son los primeros afectados, seguidos por la hostelería y el comercio.
Y es que también llega una época inestable para la hostelería, ya que con el frío y la lluvia las terrazas dejan de funcionar. “Lo lamentable es que las administraciones están teleoperando, no están físicamente en los puestos de trabajo. Esto provoca que la primera venta del establecimiento hostelero, que es el desayuno, pues no se esté produciendo. El ciudadano de Cádiz consume en sábado y domingo, de lunes a viernes no se le espera. Por lo tanto va a ser muy difícil y muy complicado que podamos salvar este otoño e invierno”, sentencia el presidente de Horeca.
La resistencia
El céntrico hotel Las Cortes ha mantenido en septiembre más del 50% de ocupación. Pero hay que destacar que los precios ofrecidos por este establecimiento han bajado respecto a antes de la pandemia. “Comparar con el año pasado para nosotros no tiene sentido, porque 2019 fue un año espectacular con unas cifras increíbles en cuanto a turistas. Empezamos el año con esas ilusiones, pero al llegar la pandemia no queda más que asumirla, colaborar, ser responsables y tirar hacia adelante”, señala su propietaria y directora, Josefa Díaz.
"Nosotros abrimos el hotel en 2004 y después de ello hemos tenido varias crisis, pero conservábamos las expectativas. Ahora sólo tenemos la incertidumbre”, asegura. Las dudas y la incertidumbre se han convertido el eje central de todos los sectores y ámbitos de la vida desde el pasado mes de marzo. “La situación que se está viviendo de incertidumbre es lo más grave al no tener unas líneas marcadas, creando una inseguridad a las personas y les cuesta más moverse, les da miedo salir”, sin embargo asegura que su hotel sigue recibiendo turistas extranjeros.
Josefa Ruíz es además presidenta de Skal Internacional España, la asociación de profesionales del turismo más antigua del mundo. Asegura que socios de otros países, con los que está en contacto constante, “quieren venir, porque no quieren estar más tiempo encerrados”. “Si vendemos cómo es la realidad, —ya que en Cádiz sólo han fallecido 12 personas, entre ellas mi hermano Alfredo— podemos fácilmente promocionar un destino seguro, y hacer un llamamiento a seguir en esa línea”, expone.
Los datos reflejados en julio y agosto colocaban a Cádiz a la cabeza de los destinos favoritos para el turista nacional, pero septiembre ha sido como un baño de realidad. La incertidumbre deja poco margen de maniobra a los hoteles que confían en que la campaña de Navidad reactive al menos un poco la actividad turística y económica en la zona.