Historia, eso es lo que hizo el Cádiz CF en su visita al Real Madrid, al que superó en todo momento y en todas sus líneas. De principio a fin y con un resultado incluso corto para los merecimientos de los gaditanos, el guión se escribió de amarillo.
Al minuto de juego tuvo el Cádiz la primera gran oportunidad del partido. Kross, presionado, despejó de forma horrible y el balón cayó a pies de Negredo, cuyo disparo a portería fue salvado a un palmo de la línea por Sergio Ramos.
Minutos más tarde, de nuevo aparecía Negredo para dar un precioso pase con el exterior a Lozano, que se plantó ante Courtois, pero el portero salió vencedor de la jugada metiendo los puños. Un disparo lejanísimo y desviado de Lucas Vázquez fue lo primero que hicieron los locales en ataque antes de recibir un remate de cabeza de Cala y otro de Negredo muy desviado.
El Cádiz era el dueño del partido, lo tenía donde quería y hasta Cala se animaba en ataque con una recuperación, control y disparo ajustado al poste que puso en aprietos a Courtois. A la quinta fue la vencida. Lozano domó la bola cedida de cabeza por Negredo en el área madrileña y batió al portero con una suave vaselina. 0-1 y lo mejor para el Madrid era el resultado, sobre todo cuando a la media hora José Mari regaló un pase largo a Lozano para dejarlo de nuevo mano a mano ante Courtois, vencedor otra vez gracias al disparo flojo del delantero hondureño.
El Cádiz CF tenía noqueado al todopoderoso Real Madrid, que sólo mostraba tímidos latigazos con disparos lejanos. Hasta el minuto 37 no tuvieron los locales una ocasión más o menos clara, aunque sólo fue un remate de cabeza fuera del central Varane al sacar un córner. Y todo gracias al buen hacer de un Cádiz que funcionaba como un reloj suizo.
Un tremendo error de Courtois no pudo ser aprovechado por Lozano al borde del descanso y el marcador ya era claramente injusto por la corta diferencia para los cadistas, que se llevaron el triunfo al descanso.
Malbasic entró desde el inicio de la segunda parte por un dolorido Lozano, a quien se le pitó falta cuando había recibido un rodillazo de Ramos e la parte baja de la espalda. En los locales, tan mal veía la cosa Zidane que encaró la segunda mitad con cuatro cambios.
La mayor intensidad local comenzó a encerrar a los gaditanos, que esperaban algo más agazapados hilvanar un contragolpe con premio. Negredo era el amo y señor, generando juego de ataque y pases milimétricos y el valiente equipo gaditano no se cortaba un pelo a la hora de atacar. Hasta Fali pudo marcar en un rechace tras córner.
El reloj ya era un amigo más del Cádiz, que tenía el triunfo a 15 minutos y sin haber sufrido lo más mínimo. Y Cervera apuntaló el medio con Garrido por un cansado José Mari. Benzema tuvo la ocasión más clara hasta el momento para los suyos en el minuto 81, pero el larguero evitó el gol en un gran disparo desde fuera del área.
Los blancos, esta vez de rosa, acosaban ya desbocados a los gaditanos, pero con un pésimo balance ofensivo.
Jairo y Álvaro Giménez daban vida al ataque, mientras Augusto Fernández oxigenaba el centro del campo. Eran las nuevas modificaciones de Cervera, que con ellas conseguió amarrar un triunfo histórico. Tres puntos de oro, de prestigio y de calidad que dejan claro una cosa: el Cádiz no está de paseo en Primera División.