La empresa municipal Aguas de Cádiz está colaborando con la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía para la detección de la propagación del Covid-19 en las aguas residuales de la ciudad, después de que comunicara este verano al Gobierno andaluz su interés en participar en la Red Andaluza de Vigilancia de Aguas Residuales, un sistema de alerta temprana del que forma parte ya la ciudad de Cádiz para la detección del Covid-19 en las redes de saneamiento municipales mediante la toma de muestras en varios puntos para su posterior análisis de unidades genómicas del virus SARS-CoV-2, así como otros parámetros adicionales.
Aguas de Cádiz ha iniciado a mediados de este mes de noviembre su participación en este proyecto para lo que, previamente, había mantenido varias reuniones de trabajo con la Delegación Territorial de la Consejería de Salud y Familias y con el comité técnico de seguimiento constituido para poner en marcha esta red de vigilancia en el que están presentes también el jefe del Servicio de Salud del Ayuntamiento de Cádiz, Miguel Macías, y técnicos de Sanidad Ambiental y de Epidemiología del SAS.
En ese comité técnico se han fijado las bases de partida del estudio, se analizará y definirá los puntos de muestreo, se establecerá un cronograma de seguimiento y funcionamiento de la red, se propondrá medidas de información a la población, se elaborará un informe de resultados y también un sistema de transmisión de la información.
La presidenta de Aguas de Cádiz, Ana Fernández, destaca el valor añadido que se le está dando a las aguas residuales para la detección de material genético del virus, “un hecho importante porque, a partir de ahora, no solo tenemos la misión de devolverlas al medio natural limpias y depuradas, sino que se convierten en un medio para proporcionar información destacada sobre la población”.
En concreto, Aguas de Cádiz tomará muestras una vez a la semana que servirán para analizar la circulación del virus en la red e informará puntualmente a la autoridad sanitaria que es quien analiza e interpreta los datos proporcionados. Para determinar las zonas de recogida de muestras se han estudiado las cuencas hidráulicas de saneamiento de la ciudad y los lugares con más carga, sin abarcar los hospitales.
Así, se han elegido tres zonas sectoriales y una global. Las zonas sectoriales son la cuenca noreste del casco antiguo que abarca las zonas de La Viña hasta la Alameda Apodaca y parte de la zona centro; la cuenca de la Barriada de La Paz; y la cuenca parcial de la avenida principal entre las calles Juan Ramón Jiménez y Padre Chaminade. La muestra global será de forma integrada (tomas durante 24 horas) y se tomará en La Martona, la principal estación de bombeo de aguas residuales de la ciudad.
Salvo la muestra integrada, la hora más óptima para la toma de muestras en las zonas sectoriales es las 11:00 horas, común al resto de ciudades andaluzas que forman parte del proyecto. Los datos recogidos se integrarán en un repositorio común.
La puesta en marcha de una red de alerta de rebrote de Covid-19 a través de la medida y el análisis de las aguas residuales parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico junto con el Ministerio de Sanidad y el apoyo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y las comunidades autónomas. Al mismo tiempo, esa red forma parte también del Plan Andaluz de Vigilancia y Prevención de Brotes Covid-19 de la Junta de Andalucía, que contempla el fortalecimiento del sistema de vigilancia epidemiológica de Andalucía, así como el reforzamiento de las medidas de higiene y protección.
De la participación de la empresa pública municipal gaditana en este estudio impulsado por la Junta de Andalucía se dio cuenta en el último Consejo de Administración de Aguas de Cádiz, donde también se expuso la participación, en colaboración con la empresa Socamex, en el estudio experimental a nivel europeo del JRC Joint Research Center- Waterlab, organismo encargado de la gestión del proyecto a nivel europeo y del que también forma parte Aguas de Cádiz.
Este estudio también tiene como objetivo anticiparse a posibles rebrotes de Covid-19 a través de la extracción y recopilación de estos datos para poner en común con el resto de las investigaciones llevadas a cabo en otros países europeos para constituir un sistema fiable estándar y global de monitorización de la epidemia. Para ello, desde el pasado mes de julio, y una vez al mes, se recogen muestras durante un día entero en la EBAR La Martona que se envía a un laboratorio para su análisis y valoración.
Las aguas residuales han pasado a convertirse en una fuente de conocimiento sobre hábitos de consumo. En este caso, son un indicador de la presencia del virus en la localidad y permiten obtener datos de la expansión de la enfermedad entre la población que podrían servir como una alerta temprana.