Sobre las dos de la tarde de este pasado domingo, la madre de Darek Catalán Pérez, un chico de 13 años, salió a comprar el pan. Él se quedó jugando a la consola. Al regresar, “poco tiempo después… la puerta de la casa estaba abierta, la consola seguía encendida pero Darek ya no estaba”. Y ahí comenzó una pesadilla que ya dura más de 24 horas. La peor pesadilla a la que se puede enfrentar unos padres.
No es un niño problemático, que salga, es muy de estar en casa. Va al instituto con su madre, que también lo recoge. Es que apenas sale, le encanta estar jugando a la consola. Sus compañeros de clase no saben nada, los vecinos tampocoEn la zona de El Almendral, en Puerto Real, familiares y amigos de Darek entran y salen de su vivienda, uno de los muchos unifamiliares de una tranquila calle residencial junto a un descampado. Poco tráfico. Pero este lunes, el ajetreo era mayor. En la acera rostros compungidos, ojos enrojecidos, ojeras de pura tensión e insomnio. Abrazos y palabras de consuelo. “Están destrozados”, comenta un hombre mayor. “Es una pesadilla”, confirma Yoly Armario, tía de Darek. Su rostro es la viva imagen de la desesperación, aún así, trata de explicar, entre sollozos, lo ocurrido.
“Derek ya no estaba. Los libros del colegio estaban sobre la mesa y faltaba la mochila”, relata. A partir de ahí se interpuso una denuncia mientras trataban de contactar con el adolescente a través de su teléfono móvil. “Pero lo llamamos y se apagaba… veíamos que estaba en línea y se desconectaba. Insistimos y nos bloqueaba. Es lo único que sabemos. Estamos a la espera (al mediodía de este lunes) de una orden judicial para poder rastrearlo… es la única esperanza que tenemos”.
Darek, de 13 años, “no es un niño problemático, que salga, es muy de estar en casa. Va al instituto con su madre, que también lo recoge. Es que apenas sale, le encanta estar jugando a la consola. Sus compañeros de clase no saben nada, los vecinos tampoco”.
“Es un sin vivir, los padres están destrozados… hemos estado puerta por puerta, por la mañana vinieron muchos vecinos y hemos estado buscando por todo el pueblo. Un club ciclista, los scouts, también están buscándolo… y por eso queremos también darle las gracias a todos los que nos están ayudando, al pueblo que se está volcando con la familia”, relata su tía con voz entrecortada por accesos de llanto.
También se ha hablado con los amigos, con la gente más cercana a Darek, por si hay algún problema que la familia desconozca, pero “nada, nada, nada, un niño normal, que no ha tenido una discusión con sus padres… nada, nada”.
La única esperanza es que está en línea, “por eso pedimos que nadie le llame porque alguien ha publicado su número de teléfono y la satura. Tenemos miedo que al final lo apague o se quede sin batería, aunque no sabemos tampoco si es él quien lleva el teléfono… es inexplicable lo que está ocurriendo. Es un niño con riesgo por Covid al ser asmático… y a él le da mucho miedo, no quiere ni ir al instituto. Siempre va con su mascarilla incluso cuando viene a mi casa. No lo entendemos, de verdad, no lo entendemos”.
Desde este domingo la Policía Nacional mantiene abierta una investigación para esclarecer su desaparición al tiempo que se están realizando gestiones para tratar de localizarlo, según han señalado fuentes policiales.
En el momento de la desaparición el menor iba vestido con ropa deportiva de color oscura, según ha indicado la familia, que ha difundido las fotos del menor por diferentes redes sociales.
En Puerto Real los vecinos y vecinas están organizando batidas de búsqueda e incluso se ha creado un grupo de Whatsapp para coordinar todas estas acciones y centralizar las informaciones que existan al respecto.
Su familia sigue a la espera e insisten en que cualquier persona que tenga pistas sobre su paradero que las pongan en conocimiento de la Policía Nacional.
