El presidente del Congreso subrayó la necesidad de reforzar la autoridad “tolerante y expansiva” de los profesores. A su juicio, “no está escrito en ninguna ley justa que se trate igual a los que actúan de modo tan desigual”.
Por otro lado, las Escuelas Católicas propugnan un pacto de Estado político y social por la educación que le conceda “la estabilidad que necesita”, un acuerdo que permita superar “el actual estancamiento de la educación y ayude a disminuir el fracaso escolar”.
Las Escuelas Católicas defienden la necesidad de lanzar un pacto en el que se reconozcan de manera práctica los derechos constitucionales y las libertades educativas.