El suceso ha consternado al centro penitenciario ya que el preso estaba a punto de cumplir la condena que le había sido impuesta por un robo
Un preso de 34 años falleció anoche en la cárcel de Puerto III, en El Puerto de Santa María (Cádiz), horas después de que, tras un "vis a vis", presuntamente ingiriera una bola de droga, han informado a EFE fuentes penitenciarias.
El suceso ha consternado al centro penitenciario ya que el preso estaba a punto de cumplir la condena que le había sido impuesta por un robo cometido por su adicción a las drogas, un problema que parecía haber superado en la unidad de tratamiento de la prisión en la que estaba internado para un proceso de desintoxicación que había realizado con aparente éxito, según las fuentes.
Sin embargo, el proceso se truncó ayer.
El preso mantuvo una comunicación "vis a vis" con su pareja y, al salir, la unidad canina de la prisión especializada en detección de drogas le marcó.
Los funcionarios penitenciarios procedieron entonces a realizar un cacheo integral, momento en el que el recluso les entregó un trocito de hachís.
Los funcionarios continuaron con el cacheo y le pidieron que se quitara para ello la mascarilla, momento en el que vieron cómo se tragaba una bolita.
El recluso negó haberse tragado nada y después firmó el consentimiento para que se le practicara una ecografía en la que se podría confirmar este extremo.
Ante la situación de que la ecografía no podía hacerse hasta la mañana siguiente el preso quedó en observación médica.
En las primeras horas el recluso parecía estar bien y no desarrolló ninguna sintomatología, según las fuentes.
Pero sobre las once de la noche, en una nueva visita, los funcionarios descubrieron que había fallecido.
Un juzgado ha iniciado la pertinente investigación para determinar las circunstancias y causas de la muerte y para confirmar si, como se sospecha, ingirió alguna droga que le provocó una fatal sobredosis.
Fuentes penitenciarias señalan que los "vis a vis" son una de las principales vías de entrada de droga en las prisiones y están relacionados con buena parte de las sobredosis que se registran en los centros penitenciarios.
De hecho la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha puesto en marcha una campaña para concienciar a las personas que visitan a presos de los daños que puede causar que les lleven droga.
Así, se han difundido unos carteles que lo dejan claro: "Si pasas drogas en prisión, tu próxima visita podría ser en el cementerio", pone en el cartel sobre una foto de un cadáver en una sala forense.