Las autoridades municipales de la capital danesa han distribuido en los principales hoteles y edificios de la ciudad tarjetas postales con el mensaje “Sé sostenible: no compres sexo”.
El propósito es convencer a los miles de delegados llegados a Copenhague de que recurrir a los servicios de una prostituta es moralmente erróneo, aunque esta actividad sea legal en Dinamarca, mientras no se demuestre que es coercitiva.
Las prostitutas danesas han contraatacado ofreciendo sexo gratis a cambio de mostrar una tarjeta de delegado de la Cumbre y una de las postales de la campaña municipal, explicó ayer a Efe Susanne Møller, portavoz de la Organización en Interés de los Trabajadores del sexo.