Al grito de “¡fuera los franchutes!” la población de la villa chiclanera recibió en la mañana de hoy al ejército, aunque más bien una avanzadilla, galo. Dos siglos después de la llegada de las tropas de Napoleón Bonaparte a esta zona de la provincia gaditana, una recreación de la historia rememoró aquellos días por las calles del centro de la localidad chiclanera. No faltó un detalle, tanto las tropas como un escueto grupo de chiclaneros de la época que se revelaron contra el ejército. No querían ser invadidos, pero el hecho era irremediable, eso sí aquel famoso 6 de febrero de 1810 seguro que, tristemente, hubo más sangre que en esta recreación.
Después de un pasacalles un tanto caótico, pero es lo que tiene las invasiones, los franceses se ganaron la confianza del pueblo presente, tras realizar un maravillosa representación en la Plaza Mayor. Allí, los franceses instalaron su cuartel general, con las caballerizas, para afrontar el asalto al reducto de españoles que se oponían al asedio de la bandera tricolor. Eso sí, antes tuvo que pasara el cruento episodio, que se rememorará en este año, de la Batalla de Chiclana y la relevancia que tuvo por aquellas fechas.
El Fusilamiento
Que la entrada de estas tropas no fue nada pacífica es una realidad que se ha tratado en diversos libros de historia. Así, en la representación de la jornada de hoy, las tropas llegaron pegando tiros para imponer su ley. Lógicamente los chiclaneros no querían ser invadidos por los afrancesados y muchos fueron los que se revelaron contra lo que se venía encima. Los niños gritan “¡fuera, fuera”, mientras que algunos gritaban “¡arriba Chiclana!”.
Una representación interactiva en la que el pueblo fue partícipe en todo momento. Pero, como siempre, las voces discordantes fueron eliminadas y, cual cabeza de turco, hicieron que reprimir los deseos de las enfervorizadas masas, con un fusilamiento en plena puerta de la Iglesia Mayor, entonces a medio construir. Un joven y una mujer fueron fusilados y con ello empezó la imposición de los franceses. Al menos así se recreó ayer, con una exhibición magnífica de las bayonetas, réplicas de las mismas que se utilizaran en la época, y que hicieron las delicias cada vez que las empleaban.
El comandante de la tropa, en las escaleras de la iglesia, leyó un manifiesto para establecer la invasión en la zona, abogando por la hospitalidad del pueblo chiclanero y pidiendo que le dejaran tomar las delicias del pueblo: “vino y chicharrones”. El acto acabó con varias vueltas alrededor de la plaza, pasando varias veces por la Puerta de la Torre y realizando una salva final.
Año del Bicentenario
El acto tuvo un marcado matiz conmemorativo y dejó buena cuenta de lo que viene a partir de ahora en este Año del Bicentenario. En 2011 será la conmemoración estrella, en estos años conjuntos con el resto de la Bahía de Cádiz y aquella celebraciones de la creación de las Cortes y de la Constitución de 1812. San Fernando, Chiclana, Cádiz y Puerto Real unidos por una efemérides que dejó, entre otros asuntos, la libertad de expresión.
A partir de ahora comienzan a celebrarse el grueso de las actividades que se han organizado para conmemorar el Bicentenario de la Batalla de Chiclana o de La Barrosa, que tuvo lugar en marzo de 2012. Serán doce meses en que la Oficina del Bicentenario, a cargo de José Antonio Ureba, realizará iniciativas como conciertos, conferencias, actos lúdicos, jornadas, etcétera. Chiclana se encuentra englobada dentro de los actos conmemorativos de los 200 años de la invasión francesa y los hechos trascendentales que tuvieron lugar en la época.
Sigue el mercado
El Bicentenario de la entrada de los franceses se continúa mañana recordando con el mercado de la época napoleónica que se viene llevado a cabo desde el jueves. Ayer quedaba inaugurado oficialmente el mercado, con la presencia del alcalde, José María Román, y la delegada de Cultura, Nadine Fernández. Anteriormente, ambos representantes municipales visitaron la Iglesia Mayor, que sirvió de cuartel general a las tropas franceses, y pudieron contemplar las pintadas descubiertas, que fueron realizadas por los invasores, y que representan varios soldados.
El mercado que lo conforman un total de 25 puestos instalados, y ataviados con ropajes de principio de siglo XIX (afrancesados), permanecerá en la Plaza Mayor hasta la mañana del hoy. Aunque, como se expresaba antes, esto no es más que el preludio de la celebración de una serie de charlas, coloquios, conciertos, exposiciones, actos y jornadas.