Se le considera el presunto autor de la muerte del sacristán y de herir al párroco de San Isidro
El hombre detenido este miércoles como presunto autor de la muerte de un sacristán y de herir gravemente a un sacerdote en la localidad de Algeciras es Yasin Kanza, de nacionalidad marroquí y de unos 40 años, que armado con un machete de grandes dimensiones ha entrado en varias iglesias del municipio y que podría ser un lobo solitario.
Así lo han indicado a EFE fuentes próximas a la investigación, que no descartan que se trate de un actor solitario y, en consecuencia, de un ataque con fines yihadistas, si bien este extremo está pendiente de la investigación de la Policía Nacional, que se ha hecho cargo de las pesquisas.
Las mismas fuentes han indicado a EFE que en el momento de los hechos el supuesto autor vestía una chilaba negra, símbolo de que su intención no era inmolarse, ya que de querer hacerlo vestiría de blanco.
Según fuentes jurídicas, el Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional, en funciones de guardia, investiga como un posible delito de terrorismo este ataque, perpetrado sobre las 19.00 horas.
El atacante se ha dirigido a la parroquia de Santa María Auxiliadora donde ha irrumpido en la capilla de San Isidro y ha apuñalado al vicario salesiano Antonio Rodríguez, de 74 años, que estaba celebrando la eucaristía de las siete de la tarde.
Ha resultado herido de gravedad y está ingresado en el hospital Punta de Europa en estado estable.
Posteriormente ha accedido a la Iglesia de Nuestra Señora de La Palma en la céntrica Plaza Alta de Algeciras donde, tras causar diversos destrozos, ha atacado al sacristán Diego Valencia, quien ha logrado salir del templo pero ha sido alcanzado por el atacante en el exterior, donde le ha causado heridas mortales.
Otras tres personas han resultado heridas, aunque de momento se desconoce su estado.
Después, supuestamente el mismo asaltante se dirigió a la Capilla de Europa, un templo ubicado frente al anterior y aporreó la puerta, pero como la iglesia estaba cerrada, se marchó.
La Policía Local le detuvo finalmente en las inmediaciones de la Plaza Alta y lo puso a disposición de la Policía Nacional que lo custodia en la comisaría de Algeciras.
La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha expresado su más firme condena a forma de violencia, "que no puede tener lugar en la sociedad en la que vivimos" y ha trasladado su cercanía y afecto a los familiares de las víctimas, a la diócesis de Cádiz y a la sociedad del Campo de Gibraltar.
"Como creyentes, pedimos al Dios de la misericordia y de la paz que llene de esperanza los corazones de las víctimas y sane los heridos, acompañe a la Iglesia y a la sociedad en la búsqueda de la paz y convierta el corazón de las personas violentas", han indicado los obispos en un comunicado.