El alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, ha rechazado de nuevo que las costas de levante del municipio, de Alcaidesa a Cala Sardina, sean catalogadas como fondeaderos de grandes buques, ampliando el área de dominio público portuario.
Contesta de esta manera el alcalde a la pregunta lanzada por Verdemar, que alerta de que el día 4 de marzo se anunciaba en el BOE el Real Decreto 150/2023, de 28 de febrero, por el que se aprueban los planes de ordenación del espacio marítimo de las cinco demarcaciones marinas españolas. En la Demarcación Marina del Estrecho y Alborán, en el apartado 3.3.3 se marca el fondeadero frente a Sotogrande Zonas como de alto potencial para la actividad portuaria.
El alcalde ha recordado que lideró la oposición a dicho fondeadero exterior enfrentándose a una dirección de la APBA que había sido nombrada por una Junta de Andalucía gobernada por su partido, el PSOE, por lo que nadie podrá ahora acusarle de partidismo por mantener esta lucha con una dirección elegida por el PP.
En este sentido, explicó que el Ayuntamiento presentó una nueva tanda de alegaciones al proyecto, y que se ha reunido con vecinos y con empresarios del sector turístico y deportivo para ahondar en esta senda, mostrando en todo momento su total rechazo al fondeadero.
En 2016 se conocieron los planes de la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras de delimitar un fondeadero norte desde el límite con las aguas territoriales gibraltareños hasta el límite con la provincia de Málaga, por lo que en su mayor parte se situaría frente al litoral sanroqueño donde se concentra la actividad turística deportiva.
Ante la gravedad del impacto visual y paisajístico, y el riesgo medioambiental que conlleva contar con tantos barcos de carga situados a apenas doscientos metros de las playas, el Ayuntamiento de San Roque lideró el año 2017 la movilización de vecinos, empresas y ecologistas contra esta medida, con acciones como unas charlas informativas en las que participaron centenares de personas.
Esta lucha provocó que la APBA anunciara en mayo de 2017 que iba a paralizar la tramitación del fondeadero en el litoral turístico sanroqueño hasta conocer el resultado de un estudio de alternativas. Tras retomar la APBA en agosto de 2018 el tema, más de un millar de personas rechazó el fondeadero con una cadena humana en Torreguadiaro, en un acto.
