La Policía Nacional ha desarticulado un importante punto de venta de cocaína base y heroína del barrio de La Bajadilla. Asimismo, ha desmantelado el grupo criminal que controlaba el mismo, deteniendo, además, al presunto proveedor que proporcionaba dichas sustancias a varios puntos de venta de la zona. La actuación policial se ha llevado a cabo en el marco de la operación Golden Kick, integrada en el Plan de Lucha de la Comisaría de la Policía Nacional de Algeciras contra la proliferación del tráfico minorista de drogas en el Campo de Gibraltar,
La operación, liderada por la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Comisaría de Algeciras, ha finalizado con la realización de cuatro entradas y registros domiciliarios simultáneos, los cuales culminaron con la detención de siete de los miembros más importantes del clan que lideraba la venta de estupefacientes en la barriada de La Bajadilla.
La investigación se inició hace más de seis meses, cuando se tuvo conocimiento de la existencia de un punto negro de venta de heroína y cocaína base, sustancias altamente adictivas y con un grave perjuicio para la salud.
La Policía Nacional comenzó a investigar los hechos inmediatamente, detectando un gran trasiego diario de toxicómanos que se desplazaban a los domicilios registrados para adquirir dichas sustancias.
Tras un arduo trabajo, dada la "hostilidad de la zona", según indica la Policía en un comunicado, las innumerables medidas de seguridad y el alto grado de organización que rodeaba esta actividad ilegal, los investigadores pudieron concretar que se trataba de un verdadero grupo criminal dedicado al tráfico de drogas, perfectamente organizado y con unos roles bien delimitados y definidos.
En base a la investigación policial, el grupo criminal que controlaba la venta de estupefacientes en la zona contaba con un líder y dueño de los puntos de venta, quien los dirigía, supervisaba y en ocasiones él mismo se ponía al frente realizando las transacciones. Disponía asimismo de varios vendedores, los cuales regentaban los puntos de venta y realizaban las transacciones de droga por dinero. Además, disponían de “aguadores” y “machacas”, personas que se encargan de avisar de la presencia policial al tiempo que captaban posibles compradores.
El cabecilla o líder es bien conocido por el grupo investigador, había creado un clima insostenible entre los vecinos a los que amedrentaba si se quejaban de actividades ilícitas.
El modus operandi de este clan especializado en el “menudeo” de droga contaba con numerosas medidas de seguridad que pretendían dificultar al máximo el trabajo policial de los investigadores, y las viviendas utilizadas para esta actividad ilícita disponían de puertas acorazadas y reforzadas con rejas, varias cerraduras y “vigas de obra” que las convertían en auténticos búnkers.
Tras meses de investigación, se solicitó mandamiento de entrada y registro, que fue autorizado por el Juzgado de Instrucción n.º 1 de Algeciras. Finalmente, en un operativo formado por unos 40 agentes de Policía Nacional, se detuvieron a siete personas hallándose en uno de los registros un arma de fuego adaptada con silenciador lista para hacer fuego junto con cargadores con diversa munición, machetes de grandes dimensiones y una pistola táser. También se intervinieron más de 17.000 euros en efectivo, cuatro balanzas de precisión, numerosas dosis de cocaína, heroína y hachís.