El primer gran proyecto del nuevo mandato municipal ha echado andar. El Ayuntamiento de Algeciras ha sacado a licitación el contrato de las obras de demolición del parking Escalinata. Para ello ha destinado un presupuesto base de 1.021.025,52 euros IVA incluido) para unos trabajos cuyo plazo de ejecución se ha fijado en ocho meses.
La licitación se llevará a cabo mediante un proceso abierto y ordinario. La presentación de ofertas por parte de las empresas interesadas será por vía electrónica y el plazo para hacerlo concluye el próximo 6 de julio a las 13.00 horas.
Las obras se ejecutarán según marca el proyecto redactado en su día por Spaniarq 10, que también asume la dirección de los trabajos. El derribo del edificio será parcial, alcanzando, como límite máximo, la rasante original de la antigua escalinata.
Según el pliego de condiciones, publicado en el portal de contrataciones del sector público, se mantendrá parte de la estructura y se efectuarán las medidas necesarias para garantizar la adecuada contención de las tierras de la parcela y las calles colindantes.
Además de mejorar la iluminación natural y las vistas de las viviendas colindantes, la demolición dará lugar a la construcción de una nueva plaza pública que aprovechará la estructura resultante y la situación del inmueble para este espacio público de uso y disfrute en la avenida Virgen del Carmen. El espacio se desarrollará sobre una superficie de 1.574 metros cuadrados.
El volumen total del edificio es de 29.780,66 metros cúbicos, si bien una parte de la estructura no será demolida, por lo que el volumen a demoler será algo menor. Será mediante demolición combinada, para la cual queda prohibido el uso de explosivos y se limitará al uso de maquinaria y herramientas, incluidos martillos neumáticos, de baja frecuencia, detalla el pliego del proyecto. Se llevará a cabo comenzando por la parte superior del edificio.
Deficiencias
La falta de uso del parking, cerrado desde septiembre de 2021, ha tenido como consecuencia la falta de mantenimiento del mismo. Se han detectado grietas, humedades, elementos de instalaciones expuestos y dejadez de la vegetación, lo que a juicio de los autores del pliego, hace que el estado del edificio sea deficiente.
La estructura, en apariencia, muestra un buen estado y no ha superado su vida útil. En cambio, no ocurre así con otros elementos del edificio, como particiones, escaleras, barandillas o rampas.
Largo proceso
Esta demolición es consecuencia de las acciones judiciales que comenzaron en diciembre de 2004, con un recurso ante el Contencioso-Administrativo que fue estimado y que anulaba la aprobación del proyecto por el pleno del Ayuntamiento de julio de 2001. El Tribunal Supremo la ratificó en noviembre de 2006 y ordenó la demolición.
Dese esa fecha, tanto el Ayuntamiento como la empresa Nautagest, por un lado, y las comunidades de propietarios de los edificios colindantes fueron interponiendo recursos y peticiones de ejecución de la sentencia, respectivamente. En 2016, de nuevo el Supremo desestimó el recurso que alegaba la imposibilidad de la demolición. Finalmente, en 2021 se encargó el informe de demolición actual.
