Se trata de la cinta original dirigida por William Friedkin, que basó su obra en la novela de William Peter Blatty de la misma temática, que causó furor dos años atrás, en 1971, con más de 13 millones de ejemplares vendidos.
Su estreno en la década de los setenta provocó una abrumadora aceptación por parte del público y también de la crítica, que terminaron considerándola como una de las mejores películas en la historia de su género. Además de su aceptación, la cinta obtuvo un total de diez nominaciones para los Premios Oscar incluyendo Mejor Película, de los cuales logró llevarse finalmente dos, y siete nominaciones para los Premios Globo de Oro, de los cuales ganó cuatro, incluyendo el de Mejor Película. Fue ganadora del Premio Saturn a la Mejor Película de Terror.
Blatty, el autor de la novela, explicó que la historia tuvo inspiración en hechos verídicos en los cuales trabajó cuando él aún era estudiante universitario, acerca de informes sobre un exorcismo real ocurrido en la localidad de Mount Rainier, Washington, en el año 1949, y que fuera informado por The Washington Post. En el caso, la persona poseída era un niño de catorce años de edad llamado Robbie Mannheim, que sufrió alteraciones en su personalidad, por lo cual, se le practicaron varios exorcismos en un lapso de tres meses.
La trama trata de una excavación arqueológica en Irak, en la que el padre Lankester Merrin entra en contacto, en un verdadero cara a cara fotográfico, con la fuerza del mal. Mientras tanto, a muchos kilómetros de allí, el padre Karras, que afronta la enfermedad en fase terminal de su madre y sus serias dudas de fe, se ve envuelto en la historia desconcertante de Regan, una niña de 12 años a cuya “enfermedad” no acaban de encontrar los médicos una respuesta científica, ni, mucho menos, una solución clínica. Ante esta situación, que va empeorando progresivamente hasta volverse insostenible, su madre decide recurrir, convencida de la dimensión sobrenatural de los males que aquejan a su hija, a los servicios de un sacerdote, el padre Karras, que es también psiquiatra. El padre Merrin, un exorcista con experiencia, es llamado a Washington para ayudar.
Esta película, que estuvo nominada a diez Oscar, logro finalmente alzarse con dos de estos premios en un año en el que el cine dio obras de esas que, más allá o acá de calidades, hacen época y perduran en la memoria del público.
