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Sábado 16/11/2024
 

Campo de Gibraltar

“Poder vivir de lo que me gusta es un sueño hecho realidad”

Ángel Gómez Hernández es ya, pese a su juventud, un cineasta reconocido con más de 20 premios para sus cortometrajes en diversos festivales, así como más de 250 selecciones de sus obras

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  • Ángel Gómez Hernández. -
  • Con 50 años seguiré formándome, porque aprender de esto es un disfrute
  • Como los futbolistas, estoy deseando que llegue mi debut para meter muchos goles
  • Creo que Algeciras, de verdad, tiene una cantera muy potente y muy prometedora

Tras un último año en el que ha explorado otros medios de expresión audiovisual ,como el spot publicitario o el videoclip desde la agencia que codirige, Trebol Press, el algecireño Ángel Gómez se embarca en la gran aventura de preparar un largometraje de la mano de la productora Aliwood y la distribuidora Alimpro, para los que comenzará a trabajar el próximo 1 de septiembre.

—Ante usted se presenta una gran oportunidad. ¿Cree que llega en el momento justo?
—Llega en el momento justo, sí,  pero si hubiera sido hace tres años hubiera sido así también, o si hubiese llegado dentro de tres años, porque habría contado con las mismas ganas, la misma ilusión. Con 50 años seguiré formándome, porque considero que  aprender de esto es un disfrute. Estaría errando si pienso que en algún momento estoy cien por cien preparado. En todo caso, ahora me siento mucho más preparado.
—Háblenos de su nueva empresa...
—No sólo producen, sino que también se encargan de visionar películas extranjeras y las que les gustan las distribuyen en nuestro país. Así ha sido, por ejemplo, con High School, The Collection, de los creadores de Saw, etc. 
—¿Qué expectativas de trabajo tiene con ellos?
—Entro como director, guionista y creativo. O sea, que todo lo que haya que dirigir, ya sea largo, spots o series, correrá de mi cuenta, tanto en cuanto a guión como en lo que se refiere a dirección cinematográfica. Así, hay un largometraje para 2014, del cual tengo que decir que ya estoy trabajando en él , y luego todo lo que va a salir. Multitud de spots y demás.
—¿Mantendrá, en cualquier caso, su vinculación con ‘Trebol Press’?
—Seguiré, porque me unen muchos lazos de amistad. Allí  en Madrid hemos hecho muchos spots, entre ellos los del Ministerio de Igualdad del Gobierno de España, la Comunidad de Madrid, el Atlético de Madrid, el Estudiantes de baloncesto, Canal Plus, Mediaset, Aena o el programa deportivo Punto Pelota. 
—Trabajar en la nueva productora supondrá también familiarizarse con un equipo nuevo...
—No conozco a nadie. Sólo a Javier. Él está en la rama de Distribución, conocía mi trabajo se lo presentó a la productora. Tengo muchas ganas de conocerlos y de tener proyectos para poder dirigir y demostrar cosas. Como los futbolistas, estoy deseando que llegue mi debut para meter muchos goles y que mi equipo gane los partidos.
—¿Teme que el trabajar ‘por encargo’ acabe limando su creatividad?
—Mi criterio se va a respetar muchísimo, porque entre mis funciones está la de ser creativo, pero por encima está siempre la palabra de Isabel, la jefa, y tendré que amoldarme. Como director soy como una figura de arcilla, a la que se le puede dar forma en un momento dado. Soy una persona muy dialogante, sé qué papel juego en cada momento y quiero aportar todas las ideas y recursos posibles.
—En el último año y medio ha tenido la oportunidad de trabajar con grandes actores del panorama nacional, como José María Galeano, Manuel Tallafé, Macarena Gómez, Jordi Rebellón (Vilches, en Hospital Central-, Iván Sánchez, Roberto Drago, Rafael Rojas, Nerea Garmendia... y ha alcanzado gran notoriedad. ¿Cómo está asimilando esa fama incipiente?
—Yo estoy disfrutando muchísimo. No me llego a creer muchas de las cosas que me están pasando. Antes, era yo quien pedía a actores de primera línea si querían trabajar conmigo. Ahora, que ellos mismos me escribieran, me agregaran a Facebook,  pidiendo estar en mis proyectos, es  de las cosas más bonitas que han pasado en mi carrera. Nos hemos arriesgado mucho, y los cambios están llegando como un tren, arrollando. El western -Y la muerte lo seguía, su laureado último corto- ha supuesto que me llamen de cursos por toda España. Hay un largo pendiente que va a llegar, que puede ser la puerta a otros largometrajes y puede ser meter la cabeza en lo que siempre he querido, puede ser. El poder estar viviendo de lo que me gusta, y estar día a día trabajando de lo que me gusta es un sueño hecho realidad.
—Dentro de su carrera profesional, usted ha dado siempre un espacio muy importante a la docencia. ¿Qué le aporta?
—El cine es muy duro, te hace sufrir mucho, te hacer llorar y te hace tener pataletas y cabreos contigo mismo, pero luego es muy gratificante. Los cursos son una fuente de felicidad inagotable, y que nunca falla. Tener frente a mi a 15, 18 o 20 alumnos dispuestos a aprender lo que uno pueda saber, ver que la gente te entiende, disfruta, ver que no solo estás dándoles felicidad, sino que encima han aprendido, eso es impagable. Tener cada semana 25 actores para yo jugar, experimentar y probar me hace que en los cursos aprendo más yo de ellos.
—Más de 20 premios en distintos festivales. ¿Por qué gustan tanto sus cortos?
—Desde el primer momento tengo mi cine muy claro. Tengo una firma, una marca dada, primero, por toda la experiencia que tengo como cinéfilo. Yo adoro todo tipo de cine. Consumo desde Spielberg hasta Bergman, pero tengo muy claro que mi cine es algo comercial. No me avergüenza decirlo. Sin obviamente desmerecer la obra quiero que sea comercial, que divierta, para mi el cine son tres cosas: es arte, entretenimiento y es negocio. Si falla una de las tres piezas estás errando. Mis cortos son artísticamente creativos con interpretaciones cuidadas que han podido ser arte pero que buscan entretener. Son acción, terror, no son los típicos cortos se nos puedan hacer largos o no entender. Se ven muy fáciles.
—¿Se siente respaldado por las instituciones y el público algecireño?
—Por el aficionado de Algeciras me he sentido respaldado siempre. Yo no considero que tenga nombre en Algeciras, pero hace tres años, cuando estrené Sed de Luz en la Politécnica, se me conocía menos, y se llenó. Con La última víctima pensé que lo del año anterior fue pura suerte, pero se llenó a rebosar. Este año, el Florida se quedó a un 90%. El otro día, en la fila del videoclub, un hombre se volvió y me dijo: “qué, nos vamos de largo”. A la gente le ilusiona, le hace feliz que Algeciras tenga un cineasta de largometrajes. El Ayuntamiento siempre ha intentado ayudarme. Desde que en un primer momento, con 18 años , tuve la idea de dar cursos me dijeron que adelante. Y cuando me otorgaron el año pasado el premio Algeciras Joven Especial...Mira, valoro haber logrado premios internacionales en Grecia o Sudáfrica. Los tengo en una estantería, pero este lo tengo en el recibidor.  Fue un detallazo.
—¿En qué situación se encuentra actualmente la creación cinematográfica la comarca?
—Para mí es un placer ser paisano y sobre todo amigo de prácticamente todos los cineastas que tenemos aquí, como Alexis Morante, Sergio Postigo, el que fue en su día mi compañero de piso Javi Álvarez, Luis Melgar, Raúl Santos... Yo creo que Algeciras, de verdad, tiene una cantera muy muy potente y muy prometedora y ojalá todo lo que estamos luchando por meter la cabeza el mundo del motive que haya mucho más locos soñadores aquí en Algeciras.
—¿Qué opina de la recuperación de ‘Algeciras Fantástika’?
—Estoy encantado, porque veo a mi padre en mi casa con esa sonrisa de oreja a oreja y feliz como una perdiz de tener ahí a su segundo hijo, su otra creación. Esto no debería decirlo porque le quita un poco de glamour, pero mi padre es el que está haciendo los bustos. Es un diseño de Nacho Falgueras, pero él es el que está haciendo todos los moldes con el yeso, la resina, pintando. Yo no he estado nunca en ningún festival en el que el organizador se pringue las manos y se vaya a un taller. Y es porque sabe lo que cuesta este festival, sabe lo que hay que ahorrar para poder proyectar películas, cortometrajes, etc.  Algeciras merecía tener un festival de cine como Algeciras Fantástika.
—¿Y podremos contar con usted?
—Por supuesto. Me pidió mi padre que yo fuera presidente del jurado para los cortometrajes, que yo eligiera quién iba a ser jurados. Vamos a tener una cantidad de cortometrajes excelentes. Estoy deseando sentarme a verlos y votar.
—¿Algún actor o actriz con quien aún no haya trabajado y que le haga ilusión?
— Cuando la productora me dijo: ¿qué caras has pensado para el largometraje? Yo dije: Joaquim Phoenix, Ryan Gosling, como actores principales; y de actor secundario, para un detective Donnie Wahlberg, hermano de Mark. También pensé en Adrien Brody (El Pianista). Me sorprendió cuando yo hablé de nombres, asintió con la cabeza y seguía hablando. De actores españoles, Bardem es un actor que en los últimos años está demostrando su valía interpretativa, y sin ser español pero sí de habla hispana Ricardo Darín, con quien mi productora ya contó en Un Cuento Chino. Me muero tranquilo si digo acción y el que empieza a hablar es Ricardo Darín.
—¿Un antes y después en tu carrera?
—Lágrimas de Papel es el cortometraje que hizo que pasara de hacer cortos amater con mucho entusiasmo, con muchos amigos, muy divertidos, y que yo creía que eran producciones de Hollywood, a empezar a entender qué era el cine. Si hablásemos de que mi vida es una película, ahí pasaríamos al segundo acto, y ahora estamos por pasar al tercero con el largometraje.
—¿Qué me diría si le menciono a Paul Naschy?
—Si me hablas de Paul Naschy, me hablas de mi padre, de mi abuelo, de un ser querido. La persona, junto mi padre y mi madre que más creyó en mi y tener a un Paul Naschy poniéndose a mis órdenes con 14 años para El Perdón, eso fue un sueño. Una vez se nos fue, resultó muy duro en lo personal, pero en lo profesional ahí me di cuenta de la suerte que había tenido, y lo bonito que sería haberle dado un papel en el largometraje. Para mí, hablar de Paul es estremecerme, ponerme la piel de gallina. Tres de mis cortos están dedicados a él. Siempre le defenderé y entraré en guerras descamisadas por internet para ello, porque era un profesional de 10 y una persona de 20.
—¿Qué nos puede contar del ‘largo’ que prepara para 2014?
—El largo es un thriller de misterio, de terror, de los que están en auge últimamente, como Insidious, Expediente Warren..., pero con su punto original.  Es de ese tipo de películas, sólo que tiene su atractivo original. Trato de basarme en qué está llenando las salas, pero no deja de ser ese cine que me gusta a mi y con el que me he criado: El último Escalón, El Sexto Sentido, The Innocent. La productora de este largo lo va a lanzar a nivel internacional. Muchos de los actores serán españoles, pero los cabezas de cartel probablemente sean extranjeros y todo estará grabado en inglés. El guión lo estamos haciendo a medias entre mi padre y yo. Trabajar con mi padre siempre es un placer. La aportación de mi padre le da consistencia, empaque a esa idea inicial que yo había tenido, y adelanto que el largo va a dar mucho miedo.

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