Quién le iba a decir a la británica y vecina de Sotogrande Adelaide Godwin que su pasión por los animales iba a acabar convirtiendo a un gato callejero en el protagonista de su propia obra...
Pero las cosas del destino son así y la inspiración llega en el momento menos esperado.
Desde hace tiempo cuida de los gatos sin hogar en la zona de Valgrande. Los alimenta y ha participado en campañas de esterilización de gatos con sus propios recursos económicos. Precisamente allí, se topó con un gato “normal y corriente”, de colores y raza común. Un felino que para muchos habría pasado desapercibido, como uno de los tantos gatos callejeros que deambulan a diario por las calles. Pero para Adelaide todos los gatos son sus amigos.
Y éste se convirtió en algo más especial cuando un día, de buenas a primeras, desapareció. Durante todo un mes no volvió a verlo. Y cuando regresó lo hizo con una pata rota y en muy mal estado de salud.
Acabó perdiendo esa patita, ya que fue lo único que por él pudo hacer el veterinario que Adelaide eligió para atenderlo.
Lo que parecía un cúmulo de mala suerte para este animal dio un giro inesperado de repente. Adelaide decidió cuidar al gato callejero y adoptarlo, aún convaleciente y sin una pata... El desafortunado gato callejero de Sotogrande, ya como el rey de la casa, pasó a ser un gato doméstico de tres patas.
Esa estrecha relación entre Adelaide y el gato callejero, se afianzó aún mas después del accidente. Y fue precisamente lo que la inspiró para escribir un libro. Una obra divertida, en el que se rescatan valores tan grandes como la amistad, la lealtad, el amor y el altruismo.
El protagonista de la historia se llama Poohka y según la autora, “solo él sabe lo que sucedió el tiempo que estuvo desaparecido. ¡Es una increíble historia!”.
En definitiva, la escritora inglesa, aunque criada en Bélgica, muestra a los lectores una inspiradora historia de supervivencia felina, amistad y amor, sucedida en Sotogrande.
Más información: http://sotocatsrescue.com/