El objetivo es, a partir de ahora, que Rodríguez sirva de enlace entre el Ayuntamiento y los sectores vitivinícolas y salineros de Chiclana; que lleve a cabo un primer proyecto de estructuración del espacio que acogerá el Museo; que conozca las realidades de espacios similares en numerosos puntos de España para trasladar las experiencias más interesantes a la localidad; y que trabaje sobre líneas de financiación; o que haga llegar la iniciativa a la sociedad chiclanera en general. El primer paso será la creación de una comisión con expertos de ambos sectores.
El Museo, que no tiene fecha fijada de apertura, pretende ser un referente de primer nivel de una de las tradiciones más señeras de la ciudad, que se remonta por espacio de cinco siglos, y que ha sido principal sustento económico durante generaciones.