"Voy a tener un hijo y no tengo dónde vivir". Este es el argumento de la joven embarazada que ha okupado un piso de tres dormitorios en la avenida Príncipe de Asturias de La Línea y cuyos hechos fueron denunciados ante la Policía la semana pasada por un matrimonio septuagenario, propietario del inmueble.
Ahora, tras la publicación de la denuncia de los propietarios, VIVA ha hablado con la joven.
Según ha explicado, pagó 800 euros por la llave de la casa, que no pudo ni siquiera ver antes de pagar esa cantidad. "A mí me dijeron que la casa era un embargo de banco y que me la daban ya con luz y agua. Yo me metí tranquilamente. Ví la casa vacía, como preparada para alquilar. Incluso había un cartel en la nevera pidiendo que se cerrara bien y varias carpetas con las instrucciones de los electrodomésticos. Yo no supe que tenía unos propietarios hasta que no se presentaron en mi puerta".
La joven defiende su okupación argumentando que no puede contar con su familia para tener un techo en el que vivir. "Nunca conocí a mi padre y con mi madre no me llevo bien, por el tema del embarazo". Hasta el sábado 5 de noviembre, cuando entró en esta vivienda, vivía con su pareja en casa de los suegros. "Pero allí no hay sitio ni para mi ropa ni para la del bebé". La desesperación, afirma, fue lo que la llevó por primera vez en sus 23 años de vida, a entrar en esa casa. "La tengo muy bien, más limpia incluso de lo que estaba", defiende.
Denuncia por lesiones
La joven, igual que los propietarios del inmueble, ha presentado una denuncia. En su caso, por supuestas lesiones producidas el viernes pasado. Según cuenta, estaba en casa con una amiga cuando llamaron al timbre. Cuando llamaron abrió la puerta y eran un hombre y una mujer de unos 40 años. "Comenzaron a gritar y a empujar la puerta. Del empujón, me dí un golpe con el quicio de un mueble y empecé a soltar líquido amniótico". Según consta en la denuncia, "la pareja accedió al interior sin permiso alguno" y ambos profirieron insultos contra ella.
Asegura que llamaron a la Policía y al 061, que la atendió y la trasladó al Hospital de La Línea. En la misma denuncia se recoge que el día siguiente "se encontró con pegamento en la cerradura de la puerta".
Ha relatado también que le han llegado a ofrecer 700 euros para que abandonara el piso y que retirara la denuncia.
Tanto ella como su pareja están en paro. A la joven no le renovaron su contrato en una tienda cuando estaba embarazada de cinco meses. Asegura que si tuvieran un trabajo estable abandonaría esta vivienda, "porque no quiero vivir acusada".
Cuatro pisos más okupados
Como ya avanzó VIVA ayer, en este mismo edificio hay otros cuatro pisos más okupados.
VIVA ha hablado también con otro de los okupas, que ha explicado que todos han entrado de la misma manera, pagando 800 euros por una llave a "una gente de La Línea que se dedica a eso".
Él vive en un piso con su pareja y su hija de tres años. "Yo estuve trabajando y pagando un alquiler de 300 euros, pero me quedé sin trabajo y no podía pagar. En lugar de quedarme en esa casa, que era de gente humilde, me vine a este edificio. Yo no tengo por qué meterme en una casa simplemente porque me dé la gana. Lo hago porque no tengo un techo y no pienso dormir en la calle. No me dejaron contratar agua ni luz y lo tengo enganchado", para lo que pagó a una tercera persona que se encargó de hacerlo "directamente" con las empresas suministradoras.
Según indica, el inmueble que él okupa es propiedad "de una subcontrata de la promotora", a quien culpa de la situación. "Tiene un embargo del banco y lo que están haciendo es ponerlo a nombre de otras personas y familiares para que no se los puedan quitar. Es una mafia".
Reconoce saber el delito cometido: "el de usurpación", pero explica que no tienen problemas con los vecinos y que no están destrozando las casas, "sino todo lo contrario",
En ambos casos aseguran que intentaron conseguir una vivienda social, a través del Ayuntamiento, sin resultados.