Sus historias tienen un denominador común: Manuel Guerrero. El concejal andalucista parece ser el que ha encendido la mecha en todos los casos, aunque con el apoyo de las altas esferas del partido. Así lo aseveran al menos los tres ex dirigentes locales. “Guerrero está detrás de todo lo que ha ocurrido en estos últimos años, y ha contado siempre con el apoyo de las ejecutivas provincial y nacional. La dirección del PA le seguirá defendiendo aunque queme un edificio porque le interesa su populismo”, señala José Luis Velázquez.
En la misma línea se pronuncia el que fuera su sucesor como secretario local, Javier Bejarano, que asegura que “todo aquel que se ponga en contra de Guerrero va a la calle. El PA es un partido donde no hay escrúpulos ni ideologías, y los dirigentes defenderán siempre a Guerrero para garantizarse dos concejales, porque aunque nos moleste los consigue, aunque eso sí, jugando con la incredulidad de algunas personas”.
Similares declaraciones realizaba Estefanía Benítez quien esta misma semana acusó al edil andalucista de “haberse cargado tres comités locales y dos gestoras” en los apenas cuatro años que lleva en el partido. Este medio contactó con Manuel Guerrero para conocer su versión, pero éste declinó hacer declaraciones.
“Muerto o destruido”
Por otro lado, los tres ex secretarios locales coinciden en señalar que el PA tiene poco o ningún futuro en la ciudad. “El partido está muerto desde hace varios años y no resucita a menos que haya un milagro. La formación andalucista tiene un cáncer insalvable. Es una desgracia para los andaluces tener un partido nacionalista como éste, en el que los que dirigen el cotarro defienden el sillón antes que los intereses del pueblo”, señala Velázquez. De la misma opinión es Bejarano, quien de forma tajante asegura que “el PA local está completamente destruido”.
Ninguno de los dos se ha mostrado sorprendido por el reciente abandono de Estefanía Benítez. “Se lo avisé en su momento y le doy la enhorabuena porque se haya ido. Se quita un peso de encima. Le propondré seriamente que se una al DIPA porque sé que quiere seguir en política velando por los intereses de los ciudadanos”, señala.
Por su parte, Bejarano asegura que “era normal que Benítez acabara así. Tanto ella como Guerrero tienen ansiedad de poder y querían ser protagonistas. El partido se ha decantado por quien más le interesa”.
Pero no sólo los anteriores han estado al frente del PA en los últimos años. Sus abandonos o ceses, según el caso, obligaron a la creación de gestoras para dirigir el partido. Han sido tres, nada menos, las constituidas entre 2005 y 2009, una tras cada conflicto interno. En total, tres comités locales y tres gestoras. En definitiva, en apenas cuatro años, el PA ha cambiado seis veces de dirección local, lo que da muestras de lo debilitada que se encuentra esta formación.