Las estadísticas muestran datos muy interesantes y arrojan luz a la realidad de la vida sexual en España, siendo la frecuencia media en 2020 de una vez a la semana según afirmaciones de la población y tan sólo un 2% a diario. En cuanto a la masturbación, hay más ritmo, siendo una práctica más asidua. El lugar elegido para ello es el dormitorio. En cuanto a añadir juguetes sexuales a la masturbación son las mujeres y el colectivo gay los más proclives a utilizarlos.
El sexo es salud, la práctica del mismo nos protege de enfermedades cardiovasculares, la osteoporosis o la demencia; estimula el crecimiento de neuronas en el hipocampo, la parte del cerebro responsable de la memoria y el aprendizaje; es un analgésico natural, aleja la depresión y el estrés. En definitiva, nos hace sentirnos mejor y más felices.
Ya lo decía Raffaella Carrá en una de sus canciones: “Para hacer bien el amor hay que venir al Sur”. Los andaluces están en el primer puesto como los mejor valorados en la cama, por detrás los canarios y el tercer puesto los valencianos, pero no son los más asiduos a llevarlo a la práctica. En esto llevan ventaja los riojanos y navarros. De hecho el 40% de las parejas no están contentas con su vida sexual y al final lleva a la bajada de la líbido. Otras causas están relacionadas con el estado físico y mental, las píldoras anticonceptivas, el alcohol, las encías sangrantes o problemas de próstata. En cuanto al escenario elegido, los españoles son “muy” de hacerlo en la cama, el sofá y un porcentaje mínimo en la ducha, pero lo que deseamos realmente es muy distinto. La mayoría preferiría hacerlo en la playa, en un probador de una tienda, un ascensor o en un coche, y un tercio de la población femenina incluiría la práctica de un trío.
Todos estos datos y opiniones dadas por un porcentaje de la sociedad española nos demuestran que la sexualidad se vive sin diálogo, tenemos miedo a decirle a la otra persona lo que realmente queremos y cómo nos gusta. La sexualidad es algo natural y saludable para nuestra vida tanto física como mental, es experimentar con respeto y de forma consensuada, disfrutar libre, sana y sin prejuicios. Practica y sonríe, experimenta y disfruta, encuentra con quien sentir fuegos artificiales, la vida ya es lo suficientemente seria.
