José Vera conoció desde muy joven lo que era la política, su padre también estuvo al frente de la seguridad en el municipio, y desde niño sintió esa inquietud. Reconoce haber vivido sus mejoras años con Juventudes Socialistas, cree en la política de cercanía y detesta que haya personas frívolas en las administraciones públicas. Ahora, continúa con el reto de conseguir una Chiclana más sostenible y ecológica, en materia de Movilidad, y mejoras para la Policía local y Protección Civil.
¿Cómo llegó la política a su vida?
–Desde bien chico, en mi casa siempre ha habido fuertes convicciones políticas. Mi padre fue concejal y secretario general del PSOE de Chiclana, mi madre también ha estado siempre ahí. De pequeño, acompañaba a mi padre a mítines y a la fiesta de la rosa, donde venían altos cargos, ese ambiente se respiraba en mi casa, y ya ahí comenzó mi inquietud por conocer más. En el plano personal, me ha gustado mucho leer sobre la historia de nuestro país, escucho música de cantautores como Serrat, Víctor Manuel, Aute... al final, todo eso te va calando. Decidí estudiar Derecho, ya ahí comencé a estar en movimientos asociativos, a acudir a las primeras manifestaciones contra la guerra, era la época de Aznar en el Gobierno, y anteriormente, con 16 años me afilié a Juventudes Socialistas, los mejores años de mi vida. Pude conocer a mucha gente y viajé mucho, aterricé como jefe de gabinete de distintos cargos, trabajé con Gómez Periñán, López Gil, Jiménez Barrios... todo te acaba formando, y ahora, continúo como delegado de Movilidad, Policía Local, Protección Civil y Personal Municipal.
¿Cómo cree que se tiene que hacer política municipal?
–Con cercanía y con mucha empatía. Siempre hay que escuchar al ciudadano. Con capacidad de trabajo, sacrificio y entrega, pero sobre todo en la calle, no en los despachos.
¿Ha evolucionado la seguridad en Chiclana?
–En los últimos ocho años que he estado al frente de la delegación, se han conseguido avances fundamentales, que han ido acompasados con el crecimiento de la ciudad, puesto que ya no es la Chiclana de los 50.000 habitantes, ahora se tienen necesidades muy distintas. Hemos aumentado la plantilla de la Policía Local y está previsto que vayan a entrar 16 nuevos agentes, además, también se ha invertido en medios materiales. La Policía Local de Chiclana mostró su ejemplaridad durante la crisis sanitaria, demostrando que tenemos un gran equipo humano, que sabe colaborar con todos los cuerpos del Estado. Por otra parte, Chiclana es una ciudad muy segura, lo podemos extraer viendo el bajo índice de delincuencia según la ratio de los datos que nos ofrecen desde el Ministerio del Interior.
¿Y los grandes hitos en Movilidad?
–La transformación que estamos haciendo en las vías principales, como en la carretera de La Barrosa, la del Molino Viejo, la de Las Lagunas, las nuevas rotondas que estamos desarrollando, nuestra firme apuesta por los carriles bici. De cara al futuro, continuaremos trabajando en el calmado del tráfico, en los próximos meses, vamos a instalar entre 15 y 20 radares para que los conductores no excedan los 50km/h por la ciudad. Además, también contamos con el nuevo apeadero de autobuses. Estamos en el camino de la concienciación, aunque existan negacionistas de esto, como el PP, que se puso en contra del proyecto de la Alameda del Río, en movilidad sostenible, los populares no están muy acertados.
¿Cuál ha sido el mejor momento que ha vivido como delegado?
–Por lo emotivo y duro, creo que tras el confinamiento, cuando conseguimos superar los momentos más difíciles de la pandemia, esos primeros paseos, cuando la gente poco a poco volvía a las calles. Como responsable político, el hecho de haber puesto mi granito de arena, me hace feliz. Creo que crecimos como sociedad.
¿Qué es lo que menos le gusta de la política?
–La frivolidad con la que algunos la practican, que hacen que la ciudadanía la infravalore y no se dé cuenta de que es una herramienta valiosísima. La falta de respeto que se tienen por las instituciones y por la propia democracia. Los responsables políticos que mienten y no están a la altura del cargo que ostentan y desprestigian lo que realmente se hace.
¿Con qué político se tomaría un café?
–De mi partido, con José Luis Rodríguez Zapatero, es una persona con la que se aprende mucho, y últimamente, está que se sale. Y si tuviera que elegir otro dirigente que no fuera socialista, creo que con Barack Obama.
Por último, ¿el mejor consejo de un compañero?
–En general, que hay que ejercer la política con humildad, que la soberbia nunca es buena consejera, pero en la administración pública, menos.
