El concejal del grupo municipal de Izquierda Unida, Roberto Palmero, ha denunciado esta mañana el “lamentable estado de abandono al que el Gobierno municipal tiene sometidas las salinas y marismas de Carboneros”. Una queja que además ha sido trasladada a IU por parte de distintas personas que habitualmente hacen uso de este entorno natural para distintas actividades. En palabras del edil, se trata de un caso “flagrante” puesto que, tras los desperfectos que tuvieron lugar el año pasado y que obstaculizaron los accesos, “el Ayuntamiento invirtió dinero en arreglarlo mediante una chapuza, como los mismos usuarios advirtieron en ese momento”. Una situación, ha recordado, que se viene dando reiteradamente desde hace algunos años.
“Es por eso que”, ha criticado Palmero, “en diciembre se ha vuelto a derrumbar la zona de entrada a las marismas, justo en el mismo sitio donde supuestamente el Consistorio había actuado meses atrás para acondicionar los caminos”. A pesar de que el grupo de IU, desde entonces, ha dado un margen de tiempo a la Administración local para volver a encauzar la situación, “nos vemos en la obligación de hacer una denuncia pública sobre este asunto porque, aunque tenemos constancia de que el Ayuntamiento está al tanto de lo que ocurre en este espacio natural, a día de hoy solo se ha limitado a poner vallas para alertar de la peligrosidad de la zona”. Ante esta situación, ha pedido públicamente al delegado de Medio Ambiente, Nicolás Aragón, que explique “cuánto dinero se ha gastado en llevar a cabo unas actuaciones que solo han servido para hacer creer durante unos pocos meses que habían puesto remedio al mal estado en que están conservando las marismas y salinas de Carboneros”.
Además, el edil izquierdista ha considerado que “no es de recibo” el hecho de que una ciudad como Chiclana, que “presume de su valor medioambiental y en la que el propio alcalde alardea de inversiones en esta materia para lograr un turismo sostenible, se olvide de esta manera de un punto verde de referencia en la localidad”. “Ernesto Marín y su delegado de Medio Ambiente deben darse cuenta, aunque sea a estas alturas de su periodo corporativo, de que trabajar en temas medioambientales en beneficio del municipio no consiste en anunciar en prensa cada vez que pone alguna papelera nueva en la calle, como hemos visto estos últimos días. Su obligación como gobernante es conservar y mantener en el mejor estado posible espacios verdes de este calibre y propiciar que tanto chiclaneros y chiclaneras, como visitantes, puedan disfrutar de ellos”, ha añadido.
Por ello, Roberto Palmero también ha hecho hincapié en la “ausencia de proyecto alguno para poner en valor las salinas y marismas de Carboneros”. “Desde finales de 2013, el Gobierno municipal asegura que están trabajando en encontrar fórmulas para sacar partido a este lugar y, un año más tarde, vuelven a repetir el mismo discurso, convencidos de que tiene la misma credibilidad que el primer día”, ha criticado.
El concejal de Izquierda Unida, para finalizar, ha insistido en conocer “cuánto dinero ha gastado el Ayuntamiento de Chiclana hasta la fecha en llevar a cabo distintas actuaciones que, como ha quedado demostrado, no han servido para nada más que poner parches efímeros al estado de conservación de esta zona verde”. Asimismo, ha subrayado la “importancia y la necesidad” de “poner remedio de forma definitiva a los continuos derrumbes que se están produciendo en las salinas y marismas, ya que, de lo contrario, solo se provoca un empeoramiento de la situación con el paso del tiempo y la meteorología, incrementando los costes que finalmente haya que invertir para poder contar con un entorno ambiental de calidad y en las mejores condiciones”. Así, ha apelado a la “responsabilidad” de Nicolás Aragón para poner en marcha “cuanto antes” unos trabajos que “parece ser que ahora se han contemplado en el presupuesto pero que, si no se ejecutan ateniéndose a la realidad del problema que presenta la zona, algo que hasta ahora se ha obviado, volveremos a presenciar un nuevo gasto del dinero de chiclaneros y chiclaneras para seguir poniendo parches mientras el enclave natural de Carboneros empeora con el tiempo”.