Prosigue la iniciativa de la Fundación Vipren de acercar la obra de artistas próximos a través de sucesivas exposiciones virtuales. En este sentido, la delegada municipal de Cultura, Susana Rivas, ha inaugurado este miércoles la exposición
El Objeto y el orden del artista chiclanero Pedro Jesús Rodríguez Sánchez
Kapry.
Durante el acto de presentación, presentado por Miguel González y con la intervención de Mariló S. Leal, Susana Rivas ha destacado que “desde el Ayuntamiento seguimos trabajando para potenciar la Cultura y el arte existente en Chiclana y, en esta ocasión, acompañando a la Fundación Vipren”. “Es necesario poner en valor esta iniciativa, con el objetivo de que se conozca la obra de estos grandes artistas chiclaneros”, ha expresado la delegada municipal de Cultura, quien ha animado a la ciudadanía a disfrutar de la obra a través de la página web de la Fundación Vipren.
Por su parte, Pedro Jesús Rodríguez
Kapry ha agradecido a la Fundación Vipren y al Ayuntamiento de Chiclana “la oportunidad de exponer a través de esta iniciativa, que me parece fantástica”. “Aprovechar el momento para donar el cuadro
Todo lo ve al Museo de Chiclana, para que todos los chiclaneros sean partícipes de mi obra”, ha expresado el artista chiclanero, quien ha añadido que “tan solo esperar que la obra guste a la ciudadanía”.
Hay que destacar que, aunque nos repitieron desde pequeños que “el orden de los factores no altera el producto”, hay ámbitos donde esto no ocurre del todo así. Luego, empezamos a saber, a través del urinario de Duchamp, que, descontextualizadas, las cosas parecen tan otras que terminan siendo otras. Si aparte de descontextualizar los objetos, se recontextualizan, como en el taurino sillín con manillar de Picasso, se abre un abanico de posibilidades ilmitadas, auténtico despliegue enriquecedor de la realidad. De esto va la obra de
Kapry. De ver las posibilidades latentes en las cosas y sacarlas de su silenciosa ocultación. Y no sólo descontextualizando las piezas que las componen -aunténticos collages volumétricos, puzzles de impensada referencia-, sino recontextualizando, aproximando lo semánticamente alejado en busca de sentidos nuevos, tal trabajan los poetas el adjetivo en cercanías inusuales y la inaugural metáfora más inesperada.
Desordenar lo que nos viene dado con estrecho sentido de unívoco uso y reordenar en sutil reciclaje de significados, que es también reciclaje material, pues no en vano es Kapry poeta de la materia, aparente artesano que, a su decir, se enorgullece de ser obrero, difícil orgullo en esta tierra de hidalgos donde, al parecer, el trabajo manual deshonra. Trabajo manual y trabajo intelectual libres de vano alarde que trasciende, en su hondura y acabado, la ocurrencia primera.
Así, 40 obras dan cuenta de todo esto en
El Objeto y el orden. Obras cuyos sugerentes títulos abren, para romper hielo, el diálogo con un público que se quiere más recreador activo ante la obra abierta que pasivo contemplador de evidencias clausuradas. Esto es, desde luego, una manera de respetar al público. También la belleza estética. Todo en pos del diálogo.
Conversación se titula, de hecho, una de las piezas que se exponen, una de las más queridas del autor. Otras piezas, como
Carrusel, metáfora casi barroca de la vida de todos y cada uno;
El salto, trasunto de la suya propia, de su origen; o las más recientes
Minotauro o
Esclavos del Siglo XXI, entre otras, jalonan un trabajo largo de años que van desde 2015 hasta casi ahora mismo.