Chipiona experimentó una de esas noches mágicas durante el jueves pasado en una de sus jornadas más especiales de la temporada veraniega. La plaza de Andalucía fue el escenario seleccionado para celebración de la 54º edición de la Exaltación al Vino Moscatel.
En esta ocasión fue protagonizada por el chipionero, Luis Franco Atalaya (documentalista e investigador en temas relacionados con la historia y el patrimonio de la localidad y su entorno; colaborador con asociaciones culturales locales como Espacio Vacío o Caepionis; participante en un buen número de conferencias y exposiciones y autor de dos libros: ‘La defensa de la costa en la desembocadura del Guadalquivir’ y “Del Vinum Gaditanum al Moscatel”).
Franco Atalaya tuvo el privilegio de ser acompañado por los músicos Antonio Porras y Antonio Pedrosa, además de la presidenta de la Asociación Caepionis, María Rosa Cadierno. Franco expuso un completo y detallado recorrido por la historia del vino en la localidad con el moscatel como protagonista.
Durante la exaltación también recibió un homenaje con la imposición de la Parra de Oro Caridad Miranda Carrera como reconocimiento del Ayuntamiento y el Consejo Local Agrario a su labor desde muy joven en la viticultura. Miranda comenzó a aprender junto a su padre desde muy pequeña todas las labores que se hacían en la viña y con 14 años ya comenzó a trabajar en ello y a forjarse en una labor que ha sido el principal sustento económico de su familia. Ella es la tercera generación de socios de la Bodega Cooperativa Católico Agrícola, entidad de cuya rectora forma parte desde hace diez años, ocupando actualmente el cargo de secretaria.
El acto incluyó un concierto del cantaor chipionero, Samuel Serrano, que volvía a encontrarse con el público en su tierra. Serrano, que pronto llevará su cante por primera vez a Estados Unidos, ofreció un recital fundamentado en el flamenco por derecho, que es la esencia de su nuevo disco, del que ya se conocen dos temas. Estuvo acompañado al toque por Paco León, a la percusión por Nacho El Cojo y a las palmas por Edu Gómez y Tate Núñez.