Los trabajos de exhumación de los restos de 3.152 personas represaliadas por el franquismo, que se encuentran en fosas comunes en dos de los cementerios de Córdoba, comenzarán en verano, en lo que será "pasar de las musas al teatro", en palabras del alcalde, José María Bellido (PP).
La Junta de Gobierno Local tiene previsto aprobar este lunes el pliego de prescripciones técnicas de los trabajos, por un procedimiento abierto y en tramitación urgente, que se prologarán hasta 2025, en lo que Bellido cree "un síntoma de normalidad democrática y de que todo lo que se inició en la Transición, de cerrar heridas, de no confrontar, de la concordia, de los acuerdos, del diálogo, ahora se materializa".
Se trata, reflexiona el alcalde en declaraciones a EFE, "de una demanda histórica de aquellos que en una guerra civil perdieron a familiares y que querían encontrarlos y poder darle un enterramiento digno y que lo hagamos ahora, de esta forma, por acuerdo de todas las Administraciones, de distintos colores, es muy bueno".
Normalidad democrática
Ello, opina, "porque esa normalidad democrática hace ver que, si no todas las fuerzas políticas casi todas las fuerzas políticas (Vox no ha apoyado el proceso), es un plus que hace ver que esto era necesario y que particularmente me quedo satisfecho de haberlo impulsado".
Las exhumaciones van a ser posibles gracias a un acuerdo entre el Ayuntamiento, la Diputación, la Junta de Andalucía y el Gobierno de España, que aportan 1,6 millones a partes iguales, para el proyecto que incluye la prospección del entorno de las fosas y la exhumación, según recoge el pliego de prescripciones técnicas, al que ha tenido acceso EFE.
Francisco Acosta Ramírez es director de la Cátedra de Memoria Democrática, impulsada por la Diputación y Universidad de Córdoba y profesor titular del Área de Historia Contemporánea, y uno de los historiadores que sitúan "en torno a 4.000" las personas represaliadas que se encuentran en las tres fosas de los dos cementerios cordobeses, La Salud y Sal Rafael, "la mayoría de la primera fase (de la represión), entre 1936 y 1939, fundamentalmente".
Para Acosta, el inicio del proceso "supone el primer paso para acercarse al deber de reparación, el más elemental", porque “no es posible el proceso de reparación sin entregar los cuerpos a sus familiares”, aunque, en todo caso, también "supone que vamos muy tarde", por las dilaciones que ha sufrido el proceso administrativo en el Ayuntamiento.
Una represión generalizada
El profesor Acosta recuerda que "la represión afectó con carácter muy general a quien estuviera vinculado a la República”, pese a que “la gente cree que afectó solo a la izquierda, pero la derecha republicana también se vio afectada por la represión”.
El alcalde, el noveno del período constitucional y el tercero del PP frente a cinco de IU y una del PSOE, personaliza este hito en Antonio Deza, presidente de la asociación 'Dejadnos llorar', que ha liderado desde la sociedad el proceso de reivindicación para llegar a este punto.
Bellido se queda de todo el proceso con "el antes y el después de que se va a hacer la actuación" y asegura que "vamos a pasar de las musas al teatro, que ya no vamos a estar hablando de memoria democrática, de hablar de la posible recuperación, sino que realmente se va a actuar, se va a ver pronto, se va a ver en los próximos meses y, sobre todo, marca un antes y después de que haya podido haber un acuerdo para poderlo llevarlo a cabo".
Por ello se acuerda en este momento "de las asociaciones, porque con esta actuación cerramos una herida, y permitimos que esas personas se sientan reconfortadas por poder encontrar a sus difuntos, a sus fallecidos".
'Dejadnos llorar' ha relacionado a las 2.203 personas asesinadas que los historiadores han identificado tras el golpe militar de 1936 y por la represión posterior, que proceden de todos los municipios de la provincia de Córdoba, de todas las provincias de Andalucía, de otras 35 provincias españolas y de Albania, Alemania, Argentina, Austria, Bélgica, Brasil, Checoeslovaquia, Cuba, Francia, Italia, Polonia, Portugal, Rumanía, Suiza, Yugoslavia, extranjeros entre las que se encuentra una sola mujer, la periodista francesa Raneé Lafont.
El pliego sitúa 1.173 cuerpos enterrados hasta 1946 en la Fosa Virgen de los Dolores, sobre 910 metros cuadrados, y 1.163 en la Fosa Zona Alta (San Plácido-San Dimas), con 2.200 metros cuadrados en el cementerio de La Salud, y 816 personas en la Fosa Común (zona ajardinada 6) del Cementerio de San Rafael inhumados hasta 1944.
Lugar expositivo y explictativo
Estas zonas deberán convertirse, tras finalizar los trabajos exhumatorios, en un "lugar expositivo y explictativo, desde un punto de vista histórico, en el que se recoja lo acontecido en las fosas, los trabajos realizados y el significado histórico de las mismas".
Antes, la empresa que logre la adjudicación "debe preservar y custodiar con todas las garantías científicas, las muestras de los restos óseos y las muestras biológicas que se tomen a los posibles familiares hasta su entrega a la Universidad de Granada para que desde la misma se realicen las pruebas de identificación genética" en virtud de convenio con la Junta de Andalucía firmado en 2016.
Sobre los restos identificados se respetará el deseo de las familias, tanto para la retirada y traslado como para su permanencia, lo mismo que para los no identificados, que se inhumarán en "un lugar autorizado con indicaciones técnicas para futuras identificaciones".