La parlamentaria del PP por Córdoba y secretaria de la Comisión de Igualdad, Salud y Políticas Sociales del Parlamento andaluz, Rafaela Obrero, ha reprochado este viernes a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, que haya impuesto "una mordaza" a esta comisión y haya ocasionado así "un grave colapso en los asuntos a tratar".
Según ha expuesto, "la transparencia pregonada por Susana Díaz sólo supone la vulneración del trabajo que los ciudadanos andaluces han encomendado a sus representantes parlamentarios" porque la comisión se reúne "tan sólo una vez al mes", elevándose ya el "tapón" de iniciativas sin debatir a un total de 552, de las cuales, 352 son del Partido Popular.
Entre ellas, Obrero ha recordado que están paralizadas iniciativas relativas a la Clínica Oncosur de Cabra, el cierre de camas en el Hospital Reina Sofía, el impago de plazas residenciales y de estancia diurna conveniadas, el cierre de la séptima plana del Hospital Infanta Margarita de Cabra, el centro de día de Baena, a las plazas de promoción interna en el SAS y la eliminación del equipo de Urgencias en La Carlota.
"Siendo la política social la que más afecta al día a día a los ciudadanos, desde el PP no entendemos por qué Susana Díaz ha impuesto este encorsetamiento", destaca la parlamentaria, para quien "una comunidad con ocho provincias y multitud de problemas no puede tener un gobierno perezoso que viene una vez al mes y no está dispuesto a que se solucionen los problemas de la sanidad".
Obrero ha añadido que "el PP no está dispuesto a consentir un gobierno que no rinda cuentas en el Parlamento, que no responda a las preguntas más básicas de los ciudadanos, que pretenda utilizar al Parlamento sólo como otro altavoz de su propaganda y no como un espacio para cumplir con un deber estatutario".
A su juicio, con esta actitud "Díaz sigue demostrando que su única hoja de ruta es la confrontación y su juego de tronos con Pedro Sánchez, dejando a Andalucía y los problemas de los andaluces como algo secundario".
Obrero también a afeado al presidente del Parlamento, Manuel Gracia, que no tome cartas en el asunto, ya que "se está llevando a cabo una lesión grave a la función de impulso y control" del Parlamento mientras él "permanece de brazos cruzados viendo cómo la actividad se estanca por motivos políticos, ninguneando el poder ciudadano".