El regreso a la guardería viene cargado de aulas llenas de juegos, colores, y aprendizaje. Pero también de experiencia. Es el
segundo curso marcado por las medidas contra el coronavirus, con los profesionales vacunados pero sin que lo estén los menores de entre cero y tres años debido a que no tienen edad para recibir la vacuna.
El primer día, marcado por los reencuentros y la renovación de las ilusiones, sirve para empezar una adaptación a la nueva rutina. Rocío Hidalgo, maestra de la Escuela Infantil "Jugando en Azahara", asegura a
Viva Córdoba que
lo más importante es tener una primera toma de contacto y "darles mucho cariño, tanto o más como el que reciben en casa por parte de sus padres".
Una cuestión importante y que no hay que pasar por alto en edades como las de estos niños, en las que su desarrollo es fundamental con vistas a etapas educativas superiores.
De ahí que se hayan incrementado de forma casi inapreciable el aumento de las matrículas, pero
la pandemia sigue siendo una excusa para las familias de no llevarlos a la guardería. Con todo lo que eso conlleva. Según Mari Ángeles López, maestra del mismo centro, los problemas en el desarrollo motor y lingüístico de los pequeños ante la falta de sociabilización en lugares como parques o cualquier otro en el exterior acaban siendo un inconveniente para los pequeños de cara a etapas superiores en la enseñanza.
Las
matriculaciones en la etapa de cero a tres años en la provincia de Córdoba han crecido en apenas 45 solicitudes con respecto al año pasado. En total este año, según la Coordinadora de Escuelas Infantiles de Andalucía, se ocuparán unas 7.430 plazas de las casi 12.000 ofertadas. Es decir, más de 4.270 plazas quedarán vacantes en una situación que se extiende a toda Andalucía. Por su parte, la Junta apunta a un curso que arranca con 7.848 menores, un 3,3% más que el pasado año. Las familias dispondrán de bonificaciones que van desde el 13% del importe de la plaza hasta la gratuidad total dependiendo del nivel de renta.