"¿Por qué me van a caer cuatro partidos si el gesto no iba dirigido ni al línea ni al árbitro?
El delantero del Barcelona Robert Lewandowski, expulsado por el árbitro Jesús Gil Manzano durante el partido ante Osasuna, no entiende que le puedan sancionar por un gesto que realizó antes de abandonar el terreno de juego y que reflejó el colegiado en el acta.
"Una vez expulsado y cuando se dirigía hacia la salida del campo, el jugador realizó dos veces un gesto de desaprobación de la decisión arbitral, consistente en llevarse el dedo a la nariz, y apuntando después con el pulgar hacia el árbitro. Cuando se disponía a abandonar el terreno de juego, repitió de nuevo el gesto mirando hacia el árbitro asistente Nº 1 y delante del cuarto árbitro", recoge el acta firmada por Gil Manzano.
Tras recoger en Barcelona la Bota de Oro, como el mejor goleador de las ligas europeas de la pasada temporada, Lewandowski declaró que no entendería que lo sancionaran, más allá de por su expulsión por doble amarilla, y aclaró que en ningún caso el gesto iba dirigido al árbitro, al juez de línea o al cuarto árbitro.
"¿Por qué me van a caer cuatro partidos si el gesto no iba dirigido ni al línea ni al árbitro?. El gesto que hice tampoco iba dirigido al cuarto árbitro, era para Xavi (Hernández, su entrenador)", explicó.
Al respecto, el '9' del Barça explicó que hace unos días la plantilla habló con el entrenador sobre el hecho de tener cuidado con una segunda amarilla durante los partidos si ya se había sido amonestado.
"Por eso, me dirigí a él (a Xavi) cuando ocurrió, recordando lo que habíamos hablado la semana pasada y acababa de pasar, ese fue el sentimiento que transmití. Admito mi error por la falta, incluso por la tarjeta amarilla", insistió.
Lewandowski se congratuló por la gran reacción del equipo azulgrana, que le dio la vuelta al partido en el Sadar (1-2) para seguir líder de LaLiga.