El Mad-Croc Fuenlabrada sumó su cuarta victoria consecutiva en la Liga Endesa al imponerse en un ajustado final a un Asefa Estudiantes (70-74) que se complica el pase a las eliminatorias por el título.
Los fuenlabreños realizaron un partido inmaculado y no dieron opción ninguna en los primeros tres cuartos a los colegiales, que, sin embargo, redujeron diferencias en los instantes finales y llegaron a poner en peligro la victoria de los de Trifón Poch.
El comienzo de los naranjas fue fulgurante, con la misma solidez defensiva y el acierto en ataque mostrado en los últimos tres encuentros, en los que superó a Blancos de Rueda Valladolid, Uxue Bilbao y Manresa.
La primera canasta de los naranjas, un triple del ala-pívot estadounidense Robert Kurz, el jugador más en forma del equipo de Trifon Poch últimamente, fue un presagio de lo que iba a ser el encuentro: un festival anotador desde la línea de 6,25.
Los fuenlabreños salieron con una motivación extra ante un equipo al que le tienen tomada la medida en los últimos años: un parcial de 9-2 en las seis temporadas precedentes hablan del buen hacer de los naranjas ante sus vecinos.
El clásico regional no defraudó, con tensión, piques entre las dos hinchadas y una combatividad manifiesta sobre el parqué del Palacio de los Deportes.
Los estudiantiles, sin Carl English, tuvieron que esperar cinco minutos hasta anotar su primera canasta, obra de su capitán, el sempiterno Germán Gabriel. El parcial de 0-8 en los tres primeros minutos animó a un Fuenlabrada muy seguro y confiado en su tiro de tres puntos. El primer cuarto finalizó con un severo 6-21 para los visitantes, lo que obligó a los locales a ir a remolque durante el resto del partido.
Al Estudiantes no le entraba nada y el Fuenlabrada dominaba a la perfección todas las facetas del juego. El senegalés Mou Sené despertó, por fin, de su letargo y se erigió como el pívot dominante que debe ser.
Sin embargo, la estrella del encuentro fue el ala-pívot argentino Leo Mainoldi, imperial en la faceta reboteadora y muy acertado de cara al aro. Además de los 13 puntos y los 11 rebotes, Mainoldi añadió dos asistencias para sumar 16 de valoración.
El Estudiantes despertó en el segundo cuarto y consiguió plantar cara a los visitantes, que, sin embargo, no aflojaron el ritmo. El encuentro se marchó al descanso prácticamente sentenciado, con una ventaja de 15 puntos para los naranjas (30-45, m.20).
La diferencia se amplió en el tercer cuarto, merced al buen hacer del escolta estadounidense James Feldeine, muy acertado de cara al aro, y que terminó el encuentro con 17 puntos, 4 asistencias y 14 de valoración.
Sin embargo, con el partido aparentemente sentenciado, el Fuenlabrada se relajó, lo que motivó la reacción estudiantil, que llegó a reducir la distancia hasta los cuatro puntos a dieciséis segundos para el final.
Pese a las embestidas colegiales, los de Poch administraron bien la diferencia y lograron una victoria -la cuarta consecutiva y séptima de segunda vuelta-, que les da tranquilidad y les despega aún más de los puestos de descenso.