El Comité de Competición declinó sancionar a José Antonio Reyes con dos partidos de suspensión por la protesta “airada” que vertió el pasado sábado al colegiado Álvarez Izquierdo. Un castigo más que excesivo, siempre y cuando no se entendió el hecho como un acto violento, ni en el acta se reflejó ningún insulto del utrerano hacia el árbitro en la citada protesta desde la banda.
Por lo tanto, Reyes no podrá disputar ninguno de los partidos que le restan al Sevilla. No podrá viajar a Pamplona para enfrentarse a Osasuna, ni recibirá en Nervión al Valencia. Así, el extremo sevillista, si existen ofertas apetecibles, habría concluido su segundo ciclo en el Sevilla.