Es cuestión de horas la oficialización de la marcha del canterano José Gómez Campaña al Crystal Palace, de la Premier League. Otro ‘cachorro’ que en este verano toma billete de ida sin retorno a las islas británicas, y ya van cuatro. Dos millones de euros es la cantidad que el Sevilla se embolsará por el centrocampista, que firmará con el conjunto recién ascendido por las cuatro próximas temporadas.
Hasta la teoría todo correcto, incluso positiva si nos atenemos a lo que el internacional sub-20 ha demostrado en el primer conjunto nervionense. Pero su rebeldía y la controversia dejan huella en el seno de Nervión. Fue en el verano de 2011 cuando el sevillano se hizo con su primer contrato profesional, de la mano de Marcelino García Toral. Las esperanzas en éste dictaban muy altas. Tal fue así que hasta el club le otorgó el memorable dorsal ‘16’ que luciera en vida Antonio Puerta. Campaña apuntaba a jugador más que importante en el Sevilla del futuro, pero nada más lejos de la realidad.
Cada verano, desde los propios medios del club, atizaban contra el canterano y casi siempre se le abría la puerta de salida con alguna posible cesión. Entrenadores, como es el caso de Míchel, nunca se mordieron la lengua ante la extraña actitud de Campaña sobre los terrenos de juego, donde con España lo daba todo y con el Sevilla apenas sudaba. Se le tildó de relacionarse con malas compañías y ni en el peor Sevilla del siglo fue capaz de aportar algo positivo. Las oportunidades las tuvo y no las supo aprovechar. Con esto sobre la mesa y a falta de un año para concluir su vinculación con los de Nervión el paso más acertado era el de venderlo y hacer caja.
Ahora queda otra espina en el sevillismo. La controversia sobre el nivel al que aspira el canterano. Su actitud de rebeldía lo ha condenado aquí y en un mes el Sevilla ha dicho adiós a cuatro canteranos, cada cual con su intrahistoria. El temor de la afición será que Campaña triunfe. Cualidades no le faltan.
