Segundo triunfo consecutivo a domicilio en un duelo intenso y en el que el Sevilla hizo valer su acierto.
Con pocas novedades en el once titular se presentaban los de Nervión en tierras nazarís, sólo con el cambio de fichas entre Fernando Navarro y Alberto Moreno. De este modo, Unai Emery le daba descanso al lateral internacional.
Y comenzó bien el Sevilla, que a pesar de encontrar con fluidez el control del cuero sí propició la primera ocasión clara. Fue en el minuto 5 en una jugada de tiralíneas en la que Reyes acertó con un pase a la espalda de la zaga granadina por donde apareció el luso Diogo, pero el lateral erró en el mano a mano con Roberto. Pudo ser el primero.
Con excesivas interrupciones caminó el partido en su primer tramo. Muchas faltas y poco fútbol, atosigando de este modo los de casa al planteamiento inicial del Sevilla que sí querían la pelota. Pero las imprecisiones en ambos bandos lucían hasta el momento en Los Cármenes.
Reyes, activo una vez más, probaba suerte desde larga distancia en el 22 pero Roberto respondía. Y sólo un minuto después apareció de nuevo el de casi siempre, Carlos Bacca. Grave error de Murillo que aprovechó el colombiano para encarar la meta rival desde el borde del área y con el exterior puso el cuero donde casi nunca llega un cancerbero. El 0-1 comenzaba a hacer justicia a lo visto sobre el césped. Por cierto, el séptimo tanto liguero del ‘killer’ sevillista.
En el 33 la polémica. Centro al corazón del área nervionense y el cabezazo de El-Arabi terminó en las redes de Beto, aunque el asistente lo anuló por un fuera de juego milimétrico pero que sí era. Los tres mil aficionandos sevillistas respiraron en ese instante.
Pero los de casa seguían apretando en busca del empate. Y a punto estuvo de encontrarlo en el 36 con un chut de Piti desde el punto de penalti al que respondía con extraordinarios reflejos el portugués Beto salvando a los suyos de la quema. Menudo paradón del luso. El Granada comenzaba a merecer más.
Pero el Sevilla pudo rematar en el 44. En la enésima internada de Diogo, Rakitic tras un rechace tuvo toda la portería a placer para poner el 0-2 pero disparó fuera. Así se alcanzó el tiempo de descanso. Ventaja corta para un partido tan abierto.
Se reanudaría el duelo sin cambios en los onces y sin modificaciones en el ritmo de juego. Así, el Granada tomaba la batuta del partido, en control y ocasiones, pero Beto aparecía una y otra vez. En el 53, parada de mérito al lanzamiento de Yebda cuando el balón ya se colaba. El peligro era constante. Hasta que en el 59 un penalti por presuntas manos de Carriço terminó por igualar el duelo. Brahimi no perdonó una pena máxima muy, muy rigurosa.
Horrendo el Sevilla, con muchas similitudes al del segundo tiempo frente al Estoril. Sin norte ni guía y excesivamente estático. Estaba más cerca el segundo del Granada que el de los de Nervión. Tampoco el plan de sustituciones de Emery era el más apropiado. Al final terminó jugando con sus cuatro laterales sobre el campo y sin apenas profundidad en línea de ataque.
Sólo Bacca aparecía a fogonazos. En el 72, haciendo uso nuevamente del exterior, acerca estuvo de batir a Roberto pero éste hizo gala de sus reflejos en el tiro casi a bocajarro. Ahora sí parecía que los minutos corrían a favor. Pero era un espejismo. En el 76 Piti la tuvo en sus botas. El atacante hizo todo a base de regates y fallo lo imperdonable solo ante Beto, que poco después tuvo que responder con el enésimo paradón ante el lanzamiento desde el vértice del área del propio Piti. El Sevilla empataba de milagro y, sobre todo, gracias a Beto.
Y cuando menos se esperaba la reacción sevillista aparecieron los tres hombres del partido. Balón en largo de Beto que cabeceó Bacca para que Kevin Gameiro la controlara en el balcón del área rematando al fondo de las mallas en el minuto 86. El gol quizás no hacía justicia, pero al final la práctica del fútbol responde a efectividad.
Emery: "Hemos podido perder"
El técnico vasco destacó tras el triunfo que “el acierto del equipo ha decantado el partido”. Unai Emery indicó sin tapujos que el partido puedo caer de parte de cualquiera. “Hemos ganado pero también hemos podido perder. Hay carencia que corregir”, decía. Emery, que pide “prudencia”, quiso agradecer el apoyo de los 3.000 sevillistas. “Esta victoria es en parte de ellos”.