Este Sevilla está imparable, como una moto. No pierde en Liga desde el pasado 22 de noviembre cuando salió goleado del Camp Nou y ha acumulado hasta ocho encuentros invictos entre Liga, Copa y Europa League, después de caer en esta última competición en Rotterdam ante el Feyenoord.
Siete victorias, tres en Copa, una en Europa y otras tres en la Liga, y un solo empate, el del Eibar en casa en el último partido del pasado año, bien reflejan una racha espectacular que ha llevado a los de Unai Emery a lo más alto de la clasificación. Ya son cuartos y con un partido menos, el del Bernabéu, que si bien no es menos cierto que se da por perdido antes de jugarlo. Pero los 36 puntos obtenidos en las 17 jornadas disputadas está al alcance de muy pocos, a sólo seis del todopoderoso Real Madrid y con ese encuentro que tendrán que lidiar entre ambos.
Estos guarismos podrían ser históricos si el próximo domingo vence al Málaga en Nervión, ya que con 39 puntos superaría al mejor Sevilla de la era Juande Ramos. Aquel de la 2006/2007 que acarició el título liguero y que al finalizar la primera vuelta sumaba 38 puntos. Todo ello sumado a la imbatibilidad obtenida en los últimos cuatro duelo ligueros. Es decir, una racha que invita a soñar y que podría ser histórica.