La Liga es otra historia. Ayer, la épica volvió a sobrevolar Nervión para sumar tres puntos de Champions.
Con infinidad de novedades en el once respecto al que no supo doblegar a este mismo rival el pasado jueves en Copa se presentaba el equipo de Emery en el Pizjuán. Entre las principales novedades, el banquillazo de Bacca y la aparación de Iago Aspas.
Los nervionenses salieron con intensidad y con ganas de anotar por la vía rápida. Con un control del cuero casi total en un primer cuarto de hora en el que contó con una primera ocasión muy clara en las botas de Arribas, pero el zaguero se topó con Casilla.
Y, curiosamente, en esa misma contra del Espanyol, el lío. Otra vez el portugués Diogo retratado en la foto después de dar un pase atrás sin mirar que fue a parar a las botas del rival para que Beto terminase cometiendo penalti a Salva Sevilla. Lo sorprendente es que el colegiado no expulsaro al guardameta. La pena máxima la aprovechó Stuani para poner el primero cuando corría el minuto 14.
Pudo igualar a los seis minutos el equipo de Emery en un sensacional centro de Banega que cabeceó sin marca Iago Aspas, pero Kiko Casilla repelió el testarazo a bocajarro cuando ya se cantaba el gol. Corrían los mejores minutos sevillistas que sí encontraron el empate en un gol increíble del señalado Diogo. En un rechace a 40 metros de la meta perica que el luso disparó con toda su alma y que sorprendió al propio Casilla.
Más y mejor un Sevilla controlador y con mucho peligro en cada una de sus llegadas. Precisamente, en una de esa llegó el segundo de los nervionenses. Corría el minuto 36 cuando Aleix Vidal se anticipó a su par para robarle la cartera in extremis que le valió para darle el pase de la muerte a Vitolo, que sólo tuvo que empujarla a las redes.
Todo de cara para los nervionenses y más aún cuando en el minuto 40 vio como su rival se quedaba con diez tras la expulsión de Kiko Casilla por parar con la mano fuera del área un disparo de Iago Aspas, que además era gol. Así concluía un primer tiempo de locura en el que no es menos cierto que el Sevilla fue mejor que el rival.
En la reanudación fue el Espanyol el que salió con el deseo de igualar la contienda. A pesar de la superioridad numérica sevillista, los catalanes se acercaban con intenciones, incluso Sergio García al cuarto de hora pudo empatar con un lanzamiento cruzado que se marchó muy cerca de la meta de Sergio Rico, que suplió a Beto en el tiempo de descanso. Pero el Sevilla se tiró a por la sentencia. Primero Iborra en el 65 con un trallazo que fue a parar al palo. Ídem Aspas tres minutos después, que a bocajarro vio como su disparo lo repelía la madera.
Y claro, el que perdona la paga. Así, pasada la media hora del segundo periodo, en una contra de libro dirigida por Javi López fue a parar a la calidad indiscutible de Víctor Sánchez, que la puso desde el balcón del área en donde ningún portero llega. Faltaban quince minutos y un Espanyol con diez acariciaba un empate con sabor a victoria.
Y cuando pero pintaba la película apareció la épica en forma de Iago Aspas. Faltaban dos minutos cuando Bacca daba un pase entrelíneas que dejaba solo al gallego para que éste la cruzara ante Pau. Gol, remontada y tres puntos con sabor a Champions después de una semana muy complicada.
Emery: “Aspas hizo su primer partido redondo”
“Cuando hacemos ocasiones, como hoy, estoy más tranquilo. La actitud ha sido muy buena desde el principio hasta el final cogiendo el partido por los cuernos. Y me alegro mucho por Iago Aspas, que realizó su primer partido redondo”, decía.
Sergio González: "Beto debió ser expulsado"
“Podemos salir de aquí orgullosos. Hemos aguantado con un Sevilla que contra diez nos ha bombardeado, pero al final hoy nos ha tocado recibir tras el empate. Beto debió ser expulsado”, dijo.
Empate satisfactorio del Sevilla Atlético (0-0)
Buen punto el cosechado por el filial sevillista en uno de los estadios más complicados del grupo, el de El Palo. Un partido que apenas dispuso de ocasiones de gol, resultando así un empate justo.
