La muerte lenta y agonizante que está padeciendo el Club Baloncesto Sevilla no está a la altura, ni mucho menos, de un equipo que ha peleado con los mejores del deportes de la canasta, finales de Liga, Copa del Rey e incluso Eurocup.
Un final predestinado en el verano de 2014 que, si no hay milagro que lo impida, terminará ejecutándose y dejando a Sevilla, sin baloncesto profesional de élite y un Palacio de Deportes de San Pablo, cuyas gradas, no volverán a vibrar con las grandes victorias ni sufrir las amargas derrotas de su equipo.
A las 23:59 horas del miércoles, se cumplía el plazo legal por el que la entidad financiera Caixabank tenía los derechos en propiedad de la institución hispalense para cederlos a un tercero en discordia (el comprador), las acciones del CB Sevilla que le traspasó a Jefferson Capital Funding el año pasado.
Sin embargo, el dinero solicitado para la adquisición del club sevillano no ha llegado y ahora, cualquier tipo de operación que se vaya a realizar, debe llevar el consentimiento y la firma de su propietario, el norteamericano Jeffrey Meythaler.
Dos millones de euros pedían desde Caixabak pero todos los intentos han sido en vano. Incluso, el alcalde la ciudad, Juan Espadas, ha manifestado que mantendrá próximamente el presidente de la entidad de baloncesto sevillana, Fernando Moral y diferentes directivos de La Caixa con la idea de poder buscar una solución viable: "Mi compromiso con los sevillanos es pelear para que el club vuelva en esta temporada a ser la insignia del baloncesto en la ciudad, para lo que pido que estemos todos juntos para poder sacarlo adelante y también insto a las empresas sevillanas y posibles inversores o socios que crean en este proyecto a que nos ayuden a hacer viable el proyecto”, ha declarado Espadas este jueves.
Además, desde el club ya se ha puesto fecha para la comparecencia de Fernando Moral ante los medios de comunicación para explicar la actual tesitura por la cual atraviesa el Baloncesto Sevilla. El martes 21 de julio a las 12.00 horas es el día que se ha elegido para dicha puesta en escena con el fin de resolver todas las cuestiones posibles.
La pelota continúa rondando el aro, pero sin ser encestada por nadie.
