El exseleccionador nacional Vicente del Bosque recibió emocionado y en medio de una unánime ovación el homenaje de la Asamblea General Ordinaria de la Federación Española de Fútbol (RFEF), a cuyos integrantes invitó a contar con él si le necesitan para algo.
"En estos ocho años hemos tenido de todo, bueno, muy bueno, regular y malo. Pero esto es el deporte y educar para que la gente admita la derrota es un trabajo de todos. Yo ahora seré un ex para todo, pero para el fútbol español estaré muy cerca de todos. Si me necesitan para algo cuenten conmigo", dijo.
Del Bosque recibió de manos del presidente de la RFEF, Ángel María Villar, la medalla de oro de este organismo por superar los cien partidos con la selección y una placa de reconocimiento a su trayectoria en el Salón Luis Aragonés de la Ciudad del Fútbol con todos los asistentes puestos en pie.
"El agradecimiento es mío a esta Federación, desde el presidente al ultimo empleado, donde estos ocho años nos hemos sentido muy cómodos, arropados y muy apoyados, con la máxima comprensión y mayor afecto. Para mí es un honor", añadió.
Del Bosque explicó que los ocho años que ha ejercido como seleccionador él y su equipo han intentado cumplir cuatro grandes objetivos, con una buena representación de la RFEF, como punto de partida, "y del fútbol en el terreno de juego y también fuera de él".
"Elegir a los mejores jugadores. Seguramente en algunos casos no lo hemos logrado teniendo esa política de continuidad, pero sin mostrarnos inmóvil ante los que venían y prepararlos creyendo muchísimo en la convivencia que ojalá fuera así la convivencia en todos lo estamentos del fútbol español", apuntó.
Del Bosque, que seguirá en el organigrama de la RFEF y ejercerá un cargo sin remuneración, insistió en su deseo de haber dado a los jugadores "las herramientas para que pudieran ser un equipo y competir".
