Vivir en el miedo y la incertidumbre. Modificar tu conducta y tu estilo de vida solo porque “te han robado 2 veces consecutivas en el periodo de 20 días destrozándote tu hogar, tus cosas y tener el miedo de lo que pueda pasar si un día te encuentras directamente cara a cara con los ladrones”. Esta afirmación pertenece a Noelia, una de las vecinas de esta urbanización, pero bien podría ser la de prácticamente la totalidad de los vecinos.

“Vivimos con el miedo porque nos sentimos vigilados y, a pesar de las medidas de seguridad como pueden ser rejas, cámaras de seguridad, etc. Los ladrones sienten la impunidad de llegar, destrozarlo todo y robarnos (otra vez) todo lo que consideran de valor: televisiones, ordenadores, electrodomésticos, joyas, hasta comida”.

Desde que empezara el año más de una decena de robos se han dado en esta urbanización. “Ponemos nuestras denuncias correspondientes y acudimos tanto a la Guardia Civil como al Ayuntamiento para solicitar ayuda, pero lo consideran ‘robos menores/hurtos famélicos’ y seguimos en la misma situación: a mí me han robado hasta 2 veces en 20 días, explícale tú al seguro lo sucedido…”, ha expuesto Noelia.

No es la primera vez que denuncia la “trágica situación” que están viviendo, pero consideran que se ha llegado a un punto en el que es “necesaria la intervención de la Guardia Civil, Policía, de forma más contundente porque ahora mismo nos sentimos vigilados y a algunos vecinos los robos son cada semana prácticamente. Con el miedo que eso conlleva, porque afortunadamente a día de hoy no se ha dado el caso de encontrarnos con los ladrones directamente, pero si pasa. ¿Qué hacemos?”.

Según explican los vecinos desde el verano la oleada de saqueos ha aumentado de forma muy preocupante. Por ejemplo, la pasada semana en una misma noche robaron en tres casas, la anterior cuatro, incluso en una noche han sufrido cinco robos en cinco domicilios distintos.

 

Esta urbanización, tradicionalmente de segunda residencia, ha pasado a ser casi al 50% de residencia habitual para muchos vecinos. “Tenemos un grupo de Whatsapp y cada vez que alguien escucha algo, los perros ladran o se ve un vehículo o persona sospechosa, nos ponemos en marcha y nos avisamos. Vivimos en psicosis porque son robos constantes y continuos. Pero aún así seguimos estando desprotegidos”.

Por ejemplo, un vecino que usa su casa de segunda residencia para fines de semana, festivos, etc. Ha sufrido 3 robos en nada de tiempo. “Es reponer lo robado y al poco le han vuelto a entrar para robarle de nuevo. Tanto es así que su esposa no quiere volver y ni siquiera con sus nietos”, denuncian.

Noelia tiene cámaras en toda su parcela, además de en su casa y focos solares con detector de movimiento para que “si alguien se acerca, aunque sea de noche, los focos se iluminen y así poder estar prevenida”. Pero el terror y psicosis va más allá, puesto que “yo entro en mi parcela pitando con el coche por si hubiera alguien robándome al menos no encontrarlo in situ, y más cuando voy con mi hija, que no tenga que vivir esa situación”.

La tranquilidad con la que vivían y convivían, incluso con puertas abiertas entre vecinos, y con la que soñaban cada día “es imposible”.

Todo ello se ha puesto en conocimiento de las autoridades, reunido con el alcalde, con la Guardia Civil, pero “nos dicen que es muy difícil de investigar y que pongamos el parte al seguro… Pero reclamamos más seguridad porque tenemos muchos vídeos de los robos y esto sigue. Que pongan un dispositivo, agentes, que investiguen y cojan huellas, pruebas… Que pongan remedio por favor porque somos personas que vivimos con miedo en nuestras propias casas. Hay gente con depresión, con tratamientos para la ansiedad… Hay gente que no quiere venir, pero los que vivimos aquí no tenemos donde ir”.

La urbanización Santa Catalina se compone de unas 60 viviendas, de las que el 50% son residencias habituales. Los robos comenzaron de lunes a jueves en las no habituales, pero “ahora ya se da en todas las casas, tanto es así que hay vecinos a los que han robado en el tiempo que ha tardado en ir a comprar al pueblo”. Un hecho que hace pensar a los vecinos que “los autores de los robos nos tienen vigilados y saben nuestros movimientos, lo que nos genera aún más impotencia”.

Noelia, Rafael, Manuel, Rocío… Nombres propios que están viviendo una pesadilla esperando desesperados “cuándo te volverá a tocar, o cuándo lo harán con nosotros dentro…”. Vecinos de Lucena del Puerto que llevan más de 200 robos en sus casas en los últimos meses y que siguen reclamando más atención, investigación y medios para poder vivir tranquilos en sus hogares poniendo fin a estos robos e inseguridad.