La noche acaba con sones mexicanos con unos mariachis que recuerdan al coro de Julio Pardo, que igualmente ya presentó días pasados un tipo clavado.
Ponen en duda la sinceridad de los que dicen amar a Cádiz. “Siempre vine” queriéndote y si “dijera lo contrario te mentiría”, rematan en la primera copla.
El terrorismo de la yihad afirma que no tiene nada que ver con el respeto que estos tienen con las mujeres. “No he visto a ningún cartaginés” pidiendo a Andalucía. Cierran un pase con más intención que brillantez.